domingo, 26 de abril de 2009

La niñez y Cría cuervos



¡Cómo tengo grabada esta película en mi memoria! Casi seguro que la vi en un Sábado Cine, en casa de mi abuela, con mi tía y mi bisabuela. Esta joya de la cinematografía española rodada en pleno 1975 por Carlos Saura debieron pasarla por la televisión ¿a finales de los setenta? Era poco consciente del año en que se rodó y de todos los cambios que se estaban produciendo por entonces en España. Había muchas preguntas que no se me podían responder y curiosamente lo que sí sentía era el miedo por respuesta. No fue hasta 1983 cuando lo comprendí ya todo mucho mejor.

Quién no se quedaba enganchado a la mirada triste de Ana Torrent... Recuerdo sobre todo la escena de la agonía de la madre, Geraldine Chaplin, muriendo desangrada en una cama. También cuando los niños bailan el Por qué te vas de Jeanette que a mí me encantaba. Y a lo que íbamos, todos esos significados que a mí se me escapaban ahora cobran toda su dimensión. Lo mismo es una tontería pero cuando los niños se quedan solos y pueden bailar la canción que momentos antes les han prohibido escuchar para mí simboliza el final de un régimen y la libertad que por fin se iba a poder conseguir.

Ese picú donde ponen el disco tan parecido al de mi tía, la muñeca de trapo grande, el suéter granate, la falda de cuadros... son cosas tan ligadas a mi infancia... Aunque la infancia triste de esa niña, Ana, tuviera en realidad poco que ver con la mía.

Siempre le agradeceré a mi abuela y a mi tía el que me dejaran ver todas esas películas tan fantásticas, aunque tuvieran dos rombos.

Hoy en mi ventana brilla el sol,
y el corazón
se pone triste contemplando la ciudad,
por qué te vas.

Como cada noche,
desperté
pensando en ti
y en mi reloj todas las horas vi pasar
por qué te vas.

Todas las promesa de mi amor se irán contigo,
me olvidarás, me olvidarás
Junto a la estación hoy lloraré igual que un niño,
Por qué te vas, por qué te vas.

Junto a la penumbra de un farol,
se dormirán
todas las cosas que quedaron por decir,
se dormirán.

Junto a las manillas de un reloj,
esperarán
todas las horas que quedaron por vivir,
esperarán.


12 comentarios:

Antonio Rentero dijo...

Me da un mal rollo y un bajonazo que los niños vean (¡¡¡y les gusten!!!) las pelis tristonas y promotoras de la depre...

A mi con esa edad me chiflaban las pelis de la Hammer, las de la Universal, King Kong (la de b/n, por supuesto!!!), La guerra de las galaxias, Indiana Jones...

Claro, asi he salido...

Wunderkammer dijo...

Bueno, tampoco es que me gustaran solamente esas, me gustaba casi todo. También es cierto que es raro que de tan pequeña me atrajeran películas tan artísticas y simbólicas.

Era muy sensible y a la mínima me ponía a llorar que no veas y mi madre se enfadaba y me amenazaba con no dejarme ver nada (pues no lloré yo cuando se le perdía el nieto a Pepe Isbert en La gran familia, o con Marco, ja,ja, ja). Pero a mi abuela, que era más buena que el pan, me la camelaba y me dejaba ver las películas de la noche aunque duraran hasta muy tarde.

Qué maravilla de peliculones que ponían los sábados, tanto por la tarde como por la noche. Los viernes en La Clave también, pero ese día no era el que nos quedábamos con mi abuela, si no los sábados que era cuando mis padres salían.

Antonio Rentero dijo...

Ahora que sacas La Clave... yo confieso que era un niño-viejo que se enganchaba no solo a las pelis sino a LOS DEBATES!!!

Wunderkammer dijo...

¿Has visto? Seguro que de niño tú también te quedabas clavado ante la tele ante las buenas películas aunque fueran tristonas.

Wunderkammer dijo...

Me he dado cuenta que he puesto antes "si no cuando mis padres salían" cuando debería haber puesto "sino cuando mis padres salían"... SORRY

Antonio Rentero dijo...

No, las pelis tristonas no me gustaron NUNCA.

Como mucho en los ultimos años he aprendido a amar "Lost in translation" o valorar "Las horas" pero poco mas.

Wunderkammer dijo...

Bueno, es verdad que mejor ver una peli para pasar un rato entretenido y no para sufrir, que para eso ya tenemos las penas de la vida.

Wunderkammer dijo...

He recordado otra anécdota... mi tía con la que me llevaba solamente 10 años tenía por esos tiempos el pelo como Jeanette y todos sus discos.

Cuando escuchaba "Soy rebelde" me ponía a llorar también como una loca. Esa canción era de lo más triste. Encima mi tía se había quedado huérfana de padre un mes antes de nacer yo así que yo me imaginaba que mi tía era la que cantaba y que se sentía sola y abandonada...

Ains, cuánto lloraba yo.

Antonio Rentero dijo...

Por Dios, cuanto drama... y que capacidad para echarle mas pienso al pollo!!!

;-)

Athena dijo...

A mí me daba miedo la música de "La clave".

Wunderkammer dijo...

¡¡Y a mí también!!

Antonio Rentero dijo...

Si que daba cosica, si.

http://www.youtube.com/watch?v=6GwRLZ_ko_A