sábado, 31 de diciembre de 2011

Feliz año nuevo... cocinando


"Una mujer felizmente enamorada quema el soufflé. 
Una mujer tristemente enamorada se olvida de encender el horno."
Baron St. Fontanel (Sabrina - 1954)
¡Desde Wunderkammer os deseamos un feliz año nuevo 2012!

viernes, 30 de diciembre de 2011

Un cristal color de rosa


Querido padre:
No sabes cuánto te quiero por haberme enviado aquí...
Es una hora avanzada de la noche y alguien al otro lado de la calle está tocando La Vie en Rose... Es el modo que emplean aquí para decir "mira la vida como a través de un cristal... un cristal de color de rosa". Y así es como yo la miro ahora...
He aprendido muchas cosas... a hacer crêpes... y una receta más importante, he aprendido a vivir, a no quedarme apartada contemplando cómo viven los demás...
Por si no me reconoces cuando llegue seré la mujer más "chic" que encontrarás en el andén...
Te quiere tu hija,
Sabrina

- Sabrina... ¿te parece quizá incomprensible que una persona pueda desear acabar con todo por razones sentimentales?
- Oh, ¡Sí, lo comprendo! ¿Sabe que estuve a punto de hacer por razones sentimentales? Ehm... Fui a París para olvidar. Le convendría ir a París, Linus.
- ¿A París?
- A mí me ayudó. ¿No ha estado nunca allí?
- Oh, sí. Una vez, estuve treinta y cinco minutos.
- ¡¿Treinta y cinco minutos?!
- Transbordo de un avión a otro. Iba a Irak para un negocio de petróleo.
- Oh, pero París no es sólo para hacer transbordo. Es para despertar ilusiones, para dejar todas las ventanas abiertas y que entre La vie en Rose.
- París es para los enamorados. Tal vez por esa razón sólo estuve treinta y cinco minutos.
- Esto es lo que debe hacer nada más llegar a París. Encargue un poco de lluvia, pero no una simple llovizna sino un buen aguacero. Entable conversación con una chica bonita y llévela a pasear en un taxi por los Bois de Boulogne. La lluvia es muy importante. Sencillamente es cuando París huele mejor. Son los castaños húmedos.

Sabrina (Billy Wilder, 1954)

jueves, 29 de diciembre de 2011

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Maletas contrareloj



Otras veces las maletas simbolizan el deseo eterno del viaje, la excitación del trasiego, la huida del yo y el ansia por la acumulación de nuevas experiencias. Y sobre todo el miedo a la rutina, a estancarse y ver pasar el tiempo y no ganarle tú la partida a él, viviendo a contrareloj, en un constante ir de acá para acullá. Sin ataduras, sin compromisos de ningún tipo. 
Son maletas vacías sin carga material y emocional que esperan llenarse en ese perenne vaivén para volver a vaciarse y llenarse poco después.
Es lo que le ocurre al eterno viajero de "Up in the Air", "Ryan" Bingham o incluso a la mujer de la que se termina enamorando, Alex Goran. También es el caso del personaje interpretado por Gary Cooper en "Love in the Afternoon", el multimillonario y algo caduco conquistador Frank Flannagan.

Ariane (Love in the Afternoon, Billy Wilder, 1957)

martes, 27 de diciembre de 2011

... y maletas de cine



He aquí tres mujeres junto a sus equipajes que tienen un denominador común: están dando carpetazo al pasado y se enfrentan a un futuro incierto en lugares lejanos. La más independiente y vitalista de todas es Eloise Kelly (Ava Gardner), el trofeo más preciado del safari finalmente cazado por el cazador (y se acabó la independencia y la sed de aventuras). La más solitaria y triste de ellas es Kitty (Naomi Watts), impagable esa bella imagen en los arrozales de las montañas chinas, sentada sobre sus maletas y cobijada por un paraguas que poco puede protegerla del castigo de sus infidelidades, pues se enfrenta a un callejón sin más salida que la enfermedad o la muerte. La imagen más lírica es la de Ada (Holly Hunter), en aquella enorme y solitaria playa neozelandesa, sin más compañía que la de su piano empaquetado y el calor de una indefensa niña pequeña. El futuro se desencadena en cuanto se abren las maletas y se despliegan las pocas e imprescindibles posesiones elegidas por sus poseedoras para cambiar el ritmo de sus vidas.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Maletas de actores...

María Dueñas escribía hace poco sobre las maletas en una revista de moda. Entre otras cosas subrayaba lo que habían ganado en comodidad aunque éstas hubiesen perdido un tanto ese glamour de antaño. Uno de sus pasatiempos favoritos, si no recuerdo mal, consistía en observar el trasiego de equipajes mientras esperaba en un aeropuerto. 
Aquel artículo de la autora de El tiempo entre costuras lo leí en la peluquería, aunque ahora no encuentro un enlace en la red. Cuando volví a mi casa me dio por espiar las maletas de mis actrices y actores favoritos del cine clásico.
Tan famoso como el baúl de la Piquer era el ingente equipaje que arrastraba Marlene Dietrich en sus desplazamientos. Algunas fotografías suyas rodeadas por torres de maletas han formado parte de la exposición celebrada en el Germanisches National Museum de Nüremberg ("Travel Companion: Suitcase Stories from 1750 to Today").
He aquí una selección de las imágenes que más me han llamado la atención:
Marlene arriba y abajo rodeada de maletas
Las del caballero por excelencia
Anna Magnani
La elegante Audrey
Carole Lombard... glamurosa como pocas
Patricia Neal
... y las de Marlon Brandon.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Feliz Navidad

Con el nacimiento de un Niño renace año tras año la esperanza y vivifica la luz que llevamos dentro. 
Desde Wunderkammer os deseo una muy Feliz Navidad.
O magnum mysterium,
et admirabile sacramentum,
ut animalia viderent Dominum natum,
iacentem in praesepio!
Beata Virgo, cuius viscera
meruerunt portare
Dominum Christum.
Alleluia

domingo, 18 de diciembre de 2011

Karluv Most


Yo digo: si encuentro otra palabra para decir arcano, encuentro sólo la palabra Praga. Es turbia y melancólica como una cometa, como impresión de fuego su belleza y serpentina y oblicua como en las anamorfosis de los manieristas, con un halo de lugubridad y desmoronamiento, con un gesto de eterno desencanto...
Angelo Maria Ripellino, Praga Mágica (1973)


No viene a ver cómo se clava
tu más fina torre en el cielo
ni si tu nieve es un pañuelo
sobre los puentes del Moldava...
Rafael Alberti, La primavera de los pueblos (1902)


Resek no había entendido nada. Miraba hacia el puente de Malá Strana, junto al lugar iluminado por las luces. Bohusch continuó:
- Conozco a mi querida Praga hasta el corazón. Hasta el corazón- repitió, como si alguien hubiese puesto en duda su afirmación- pues esta zona, junto con el Hradshin, es su corazón. En el corazón se encuentra siempre lo más secreto y no se imagina usted cuántos secretos guardan esas viejas casas...
Rainer Maria Rilke, Dos relatos praguenses (1899)


Atravesé el puente de piedra con sus estatuas de santos y la de Juan Nepomuceno en pie. El río espumaba de odio contra las pilastras. En un duermevela, mi mirada cayó sobre la hundida cerámica de Santa Lutgarda con los tormentos de los condenados: la nieve recubría de un espeso cojín los párpados de los penitentes y las cadenas de sus manos elevándose implorantes al cielo...
Gustav Meyrink, El Golem (1915)


Esta sería una buena ocasión, se dijo, de dejarme llevar por la desesperación, si me encontrase aquí por efecto de la casualidad y no por mi voluntad
K. en El Castillo, Franz Kafka (1926)

Hay lugares mágicos en los que uno se perdería de vez en cuando. Los transitaría de un lado a otro en soledad, al amanecer o con el crepúsculo, entre brumas y sombras. Con tan sólo el ruido de las caudalosas aguas del Moldava y de los susurros fantasmales de los ecos del pasado. Algunas voces hablarían de tragedias, como la del vicario de Nepomuk que tiraron al río, según la leyenda, por conservar secretos que nunca debían ser revelados. Hablarían de las batallas libradas, como la de los husitas o las de los suecos, con sus motines y saqueos. De defenestraciones, de masacres, de traiciones, de mentiras y desengaños. Pero también, por qué no, otras voces hablarían de la esperanza por lo inalcanzable y de los sueños que quieren asemejarse a la luz.

lunes, 12 de diciembre de 2011

20+20

Pues ya no encuentro nuevas fotos de Ava soplando tartas de cumpleaños... (se aceptan sugerencias). Nos conformaremos con las tartas de boda y así no rompemos mucho la tradición del blog, que el año que viene es 2012 y mejor no será tentar a la suerte, astros y demás conjunciones.
Cuando era pequeña el oftalmólogo me decía... con la adolescencia se va la hipermetropía y después de los cuarenta, ¡volverá!
También cuando era pequeña decía el alergólogo... con las vacunas se mejora la alergia pero después de los cuarenta, ¡empeorará!
Lo primero no lo noto todavía. Lo segundo, oh casualidad, me ha empeorado mucho este otoño. Bueno, puede que cierta conjuntivitis crónica en el ojo que no es el vago ha hecho que con el paso del tiempo se haya unido la cosa de la oftalmología con la cosa de alergia. Por no hablar de otros achaques. Cosas de la edad...
Hipocondriaca que es una... Pero bueno, bueno, BUENO ¿y ese optimismo Sagitario? Se lo comió el Escorpión ascendente...
Y mientras, prosigo con entradas guardadas en el baúl que ni tiempo tengo de hilvanar. A pesar de todo... ¡Feliz 12-12! O como dicen por ahí, ¡felices 20 años con unos 20 de experiencia más!
P.D.: Aquí un enlace a una foto con derechos de autor.

viernes, 2 de diciembre de 2011

La idólatra

"Yo ni siquiera concibo a Vd. sin Vd. Para mí es Vd. su boca, sus ojos, sus negros cabellos, que deseo acariciar con mis manos, su dulce voz y el regalado acento de sus palabras que hieren y encantan materialmente mis oídos, toda su forma corporal, en suma, que me enamora y seduce, y al través de la cual, y sólo al través de la cual se me muestra el espíritu invisible, vago y lleno de misterios. Mi alma, reacia e incapaz de esos raptos misteriosos, no acertará a seguir a Vd. nunca a las regiones donde quiere llevarla. Si Vd. se eleva hasta ellas, yo me quedaré sola, abandonada, sumida en la mayor aflicción. Prefiero morirme. Merezco la muerte: la deseo. Tal vez al morir, desatando o rompiendo mi alma estas infames cadenas que la detienen, se haga hábil para ese amor con que Vd. desea que nos amemos. Máteme Vd. antes, para que nos amemos así; máteme Vd. antes, y, ya libre mi espíritu, le seguirá por todas las regiones y peregrinará invisible al lado de usted velando su sueño, contemplándole con arrobo, penetrando sus pensamientos más ocultos, viendo en realidad su alma, sin el intermedio de los sentidos. Pero viva, no puede ser. Yo amo en Vd., no ya sólo el alma, sino el cuerpo, y la sombra del cuerpo, y el reflejo del cuerpo en los espejos y en el agua, y el nombre, y el apellido, y la sangre, y todo aquello que le determina como tal D. Luis de Vargas; el metal de la voz, el gesto, el modo de andar y no sé qué más diga. Repito que es menester matarme. Máteme Vd. sin compasión. No: yo no soy cristiana, sino idólatra materialista."
Juan Valera, Pepita Jiménez (1874)
Imagen: detalle del monumento a Juan Valera en el Paseo de Recoletos de Madrid, por Lorenzo Collaut Valera (1928)
Pepita Jiménez (Isaac Albéniz, 1896)