Querido padre:
No sabes cuánto te quiero por haberme enviado aquí...
Es una hora avanzada de la noche y alguien al otro lado de la calle está tocando La Vie en Rose... Es el modo que emplean aquí para decir "mira la vida como a través de un cristal... un cristal de color de rosa". Y así es como yo la miro ahora...
He aprendido muchas cosas... a hacer crêpes... y una receta más importante, he aprendido a vivir, a no quedarme apartada contemplando cómo viven los demás...
Por si no me reconoces cuando llegue seré la mujer más "chic" que encontrarás en el andén...
Te quiere tu hija,
Sabrina
- Sabrina... ¿te parece quizá incomprensible que una persona pueda desear acabar con todo por razones sentimentales?
- Oh, ¡Sí, lo comprendo! ¿Sabe que estuve a punto de hacer por razones sentimentales? Ehm... Fui a París para olvidar. Le convendría ir a París, Linus.
- ¿A París?
- A mí me ayudó. ¿No ha estado nunca allí?
- Oh, sí. Una vez, estuve treinta y cinco minutos.
- ¡¿Treinta y cinco minutos?!
- Transbordo de un avión a otro. Iba a Irak para un negocio de petróleo.
- Oh, pero París no es sólo para hacer transbordo. Es para despertar ilusiones, para dejar todas las ventanas abiertas y que entre La vie en Rose.
- París es para los enamorados. Tal vez por esa razón sólo estuve treinta y cinco minutos.
- Sabrina... ¿te parece quizá incomprensible que una persona pueda desear acabar con todo por razones sentimentales?
- Oh, ¡Sí, lo comprendo! ¿Sabe que estuve a punto de hacer por razones sentimentales? Ehm... Fui a París para olvidar. Le convendría ir a París, Linus.
- ¿A París?
- A mí me ayudó. ¿No ha estado nunca allí?
- Oh, sí. Una vez, estuve treinta y cinco minutos.
- ¡¿Treinta y cinco minutos?!
- Transbordo de un avión a otro. Iba a Irak para un negocio de petróleo.
- Oh, pero París no es sólo para hacer transbordo. Es para despertar ilusiones, para dejar todas las ventanas abiertas y que entre La vie en Rose.
- París es para los enamorados. Tal vez por esa razón sólo estuve treinta y cinco minutos.
- Esto es lo que debe hacer nada más llegar a París. Encargue un poco de lluvia, pero no una simple llovizna sino un buen aguacero. Entable conversación con una chica bonita y llévela a pasear en un taxi por los Bois de Boulogne. La lluvia es muy importante. Sencillamente es cuando París huele mejor. Son los castaños húmedos.
Sabrina (Billy Wilder, 1954)
2 comentarios:
Muy bonito:) Habra q ver la pelicula... (si seq es un crimen no haberla visto ya a estas alturas...)
¡Desde luego! Altamente recomendable, ¡muy divertida!
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