lunes, 28 de septiembre de 2009

Cumpleblog



Hoy es mi segundo cumpleblog. El 28 de septiembre de 2007 empecé a modo de prueba una bitácora bajo el nombre de Wunderkammer. Escogí la imagen anónima de un gabinete de curiosidades florentino del siglo XVII aunque retocado. Ahí quedó hasta que hace un año lo retomé y comencé a escribir sobre todo aquello que me gustaba y que deseaba guardar en mi museo particular. A veces no tengo tiempo, o simplemente no tengo palabras, así que cuelgo sin más una melodía, algún fragmento literario o alguna secuencia cinematográfica que me hayan "maravillado" alguna vez.

Al principio era sobre todo lectora de blogs. El primero de todos fue Murcia Liberal y partir de él leía con frecuencia algunos de los enlaces de tenía esta gran bitácora: Achopijo, El Concilio Ibérico, Antonio Rentero, No (ha) lugar, Vivir en el filo... A través de Achopijo descubrí Hora de Pensar, Bitterconch,  La Bitácora del Moñino, El Alcázar de Murcia, Ganas de Escribir... A partir de Rentero me topé con Mi bancalico y Ramón Monedero y a partir de No (ha) lugar me pasó un tanto de lo mismo con Un blog y punto. En esta última bitácora hice mi primer comentario y a partir de ese momento fue cuando me animé a escribir y salir de las paredes del gabinete. Con el tiempo he ido enlazando blogs que he conocido después, como Avive el seso, Burbuja Planetera, Memeces y Sandeces, Treintaytantos, o que han nacido posteriormente, como Ventimiglia, Mi tontódromo, Algunas cosas que llamaba mías y el largo etcétera de bitácoras que voy adjuntado en la columna de "Frecuento".

El caso es que al final algo que empezó como una prueba se ha convertido en un divertimento sin el que no puedo pasar. Sobre todo lo creé para mí, para no perder la costumbre de escribir, para almacenar la información que buscas por la red y que si no las archivas queda en el olvido. Pero  al final lo mejor no deja de ser el poder compartir esos recuerdos y pensamientos. A través de esta Wunderkammer me he reecontrado con gente que hacía tiempo que no veía y he conocido a nuevos amigos.

Algunas veces se me pasa por la cabeza clausurarlo porque me da por preguntarme el porqué de esta obsesión de escribir sobre cosas personales, aunque tampoco este blog es que sea exactamente un diario de vivencias. De momento, con casi las doscientas entradas publicadas, me siento feliz de haberla creado y me gustaría seguir con ella, si las fuerzas y la vida me lo permiten.

A los que me frecuentáis y estáis ahí, tanto los que comentáis entradas como los que no, muchísimas gracias por dar sustento a esta Wunderkammer personal.

domingo, 27 de septiembre de 2009

El final de Good Bye Lenin!


Das Land das meine Mutter verließ, war ein Land an das sie geglaubt hatte... Ein Land das es in Wirklichkeit nie so gegeben hat. Ein Land das in meiner Erinnerung immer mit meiner Mutter verbunden sein wird. 
  
Good Bye Lenin! (Wolfgang Becker, 2003)

 

Wenn es passiert

Wenn Is Passiert 
Ein Herzschlag nur für mich
und die, die bei mir sind
Augen auf, schaut euch das an
Wer dafür keine Tränen hat wird morgen blind
Wenn ihr das nicht liebt, was dann
Jeder liebe das so viel er kann
Ein Blitzschlag nur für mich
und die, die bei mir sind
Wer jetzt zweifelt sieht nicht klar
Ganz egal wie viel davon die Zeit sich nimmt
Wer jetzt blinzelt war nicht da

Vielleicht ist es wirklich nur ein Jahr
Aber ich will niemals fragen wo ich war
Wo war ich als das wahr war

Ich will da sein
Wenn die Zeit einfriert
Ich will da sein
Wenn sie explodiert
Und wenn sich dabei
mein Verstand verliert
Ich will da sein
Wenn es passiert

Ein Herz, ein Schlag, ein Blitz
für die, die einsam sind
Augen auf schaut euch das an
Wollt ihr wirklich zählen wie die Zeit verrinnt
Wenn die Welt auch so etwas kann

Vielleicht ist es wirklich nur ein Jahr

Wir sind Helden, 2006


Good bye, Lenin!, Wolfgang Becker, 2003


sábado, 26 de septiembre de 2009

Déjame entrar


EL LUGAR

Blackberg.
Puede que pienses en trufas de coco, tal vez en drogas. "Una vida ordenada". Te imaginas una estación de metro, extrarradio. Después no hay mucho más que pensar. Sin duda vive gente allí, como en otros sitios. Para eso se construyó, para que la gente tuviera algún sitio donde vivir.
No se trata de un espacio que se haya desarrollado de forma natural, no. Aquí estuvo todo desde el principio planificado al milímetro. La gente tuvo que instalarse en lo que había. Edificios de hormigón en colores ocres esparcidos por el verde.
Cuando esta historia tiene lugar, Blackberg lleva treinta años existiendo como población. Podría uno imaginarse un cierto espíritu pionero al estilo del Mayflower, un territorio desconocido. Sí. Imaginarse las casas deshabitadas esperando sus inquilinos.
(...)

DICHOSO AQUÉL QUE TIENE UN AMIGO ASÍ
(...)
Oskar bajó hasta la imprenta y torció por el sendero del bosque.
La pesadez de estómago había desaparecido, sustituida por una tensión embriagadora. En el camino de bajada hacia el bosque la fantasía lo había envuelto y ahora era realidad.
Veía el mundo con los ojos de un asesino, o tanto como la fantasía de un niño de trece años podía captar de los ojos de un asesino. Un mundo bello. Un mundo en el que él tenía el control, que temblaba ante su decisión.
Avanzó por el camino del bosque, buscando a Johnny Forsberg.
La tierra beberá su sangre.
(...)
Se quedó quieto. Le pareció haber oído algo. Echó una ojeada a su alrededor con el cuchillo pegado a la cadera. Lo levantó a la altura de los ojos, lo miró. La punta estaba tan reluciente como antes. Utilizando la hoja como espejo la orientó hacia la escalera del tobogán. Allí había alguien. Alguien que no estaba allí antes. Una figura borrosa contra el acero limpio. Bajó el cuchillo mirando directamente a lo largo del tobogán. Sí. Pero no era el asesino de Vällingby. Era un niño.
La luz era suficiente como para precisar que era una chica a la que no había visto nunca en el patio. Oskar dio un paso en dirección a la escalera. La chica no se movió. Se quedó allí arriba mirándole.
Dio otro paso y de pronto sintió miedo. ¿De qué? De sí mismo. Con el cuchillo fuertemente agarrado avanzaba hacia la chica para clavárselo.
Bueno, no era así, claro. Pero parecía así, por un momento. Y ella sin asustare.
Oskar se detuvo, metió el cuchillo en la funda y lo guardó dentro de la cazadora.
- Hola.
La chica no contestó."
Déjame entrar, John Ajvide Lindqvist, 2004.


Déjame entrar (Låt den rätte komma in, Tomas Alfredson, 2008)


C'est fini

 
Nous n'irons plus jamais,
Où tu m'as dit je t'aime,
Nous n'irons plus jamais,
Comme les autres années,
Nous n'irons plus jamais,
Ce soir c'est plus la peine,
Nous n'irons plus jamais,
Comme les autres années;
Capri, c'est fini,
Et dire que c'était la ville
De mon premier amour,
Capri, c'est fini,
Je ne crois pas
Que j'y retournerai un jour.
Capri, c'est fini,
Et dire que c'était la ville
De mon premier amour,
Capri, c'est fini,
Je ne crois pas
Que j'y retournerai un jour.

Capri, c'est fini
1965
Hervé Vilard

Sacando viejas entradas de la recámara de borradores de la Wunderkammer...



Emma y Mr. Knightley como compañeros de viaje



Decía Nictea que cuando inicia un viaje siempre lleva un libro con ella y así los personajes la acompañan y la hacen sentir menos sola. Al principio le dije que era curioso... pero luego pensándolo bien he recordado que yo también he hecho siempre lo mismo. Incluso cuando sabía que no debía llevar tanto peso porque a la vuelta volvería cargada de libros y tendría problemas por exceso de equipaje en el aeropuerto.

De todos los libros que llevé y a la vez traje conmigo y que no tenían nada que ver con el trabajo, recuerdo sobre todo los que llevé a Nápoles, que fue mi segunda estancia de investigación en soledad, pocos días después de mi vuelta de Brno.

Allí tuve la suerte de conocer a la gente más buena y generosa que haya conocido en mi vida, aunque esos recuerdos darían pie a otras entradas. A Nápoles me acompañó el libro de Emma que me acababa de regalar en mi santo mi amiga M.J. Así que Emma y el apuesto y equilibrado Mr. Knigthley fueron mis compañeros de viaje en aquella ocasión. Hago memoria de los libros que leí en aquella inigualable ciudad, y que no tuvieran que ver con la Museología, y recuerdo el de Una habitación con vistas. Lo compré en un quiosco junto a la Galleria Umberto I, cerca de la casa de mi amigo Antonio, en los inicios del Quartieri dei Spagnoli, en la mismísima via Toledo, y lo regalaban con un periódico. Y aunque mis amigas me dejaron varios libros aquellos meses, recuerdo particularmente el de Edward Morgan Foster, que leí en italiano.

Es curioso que no fuera otra Emma, como es el caso de la Hamilton, la que me acompañara en mi viaje a Nápoles.  El amante del volcán de Susan Sontag, otro de mis libros favoritos, lo leí mucho después. Así que para acompañar la entrada, y aunque ya había insertado en mi Wunderkammer uno de mis fragmentos favoritos de Emma, pongo una secuencia de la película, ya que entonces no sabía hacerlo. Y de paso aprovecho para felicitar a la encantadora Gwyneth Paltrow, puesto que hoy es su cumpleaños.

Incluyo también un fragmento de la maravillosa película de James Ivory, A Room with a View (1985).
 

Once more?

Creo que no me van a gustar nada (¿mucho?) las nuevas versiones de los viejos éxitos de Spandau.

¿Acaso no hubiese sido mejor que todo hubiera sido nuevo? Aunque no dejara de ser lo mismo...

Así que a la espera de ese Once more disfruto de viejas actuaciones inéditas en blanco y negro. Del Diamond, además, que fue el más original de todos.





viernes, 25 de septiembre de 2009

Los girasoles


 
Una de las películas más tristes que recuerdo haber visto en la televisión cuando era pequeña es la de Los Girasoles de Vittorio de Sica (1970).  Son de esos filmes que calan el alma, como El doctor Zhivago, con secuencias que no se pueden olvidar nunca. Una de las películas sobre las consecuencias de la guerra que más me han impactado, como ocurrió cuando leí La hora 25, más o menos por esos años.

Aquellos campos llenos de girasoles que contempla el personaje que interpreta Sofia Loren desde el tren, en su largo viaje por Rusia a la búsqueda del marido desaparecido, y que simbolizan a todos aquellos que lucharon lejos de su patria y que nunca volvieron, estarán por siempre grabados en mi memoria. Girasoles que se van moviendo al encuentro de la luz del sol, en su añoranza, y que han surgido en la tierra donde quedaron para siempre los cuerpos de aquellos italianos que sucumbieron bajo el aplastante manto blanco de la nieve. Recuerdo a Giovanna mostrando la fotografía del marido a los soldados que vuelven de la guerra, recuerdo su impacto al encontrar lo que tanto tiempo iba buscando y al caer en la cuenta que ya nada podrá ser igual... y, por último, recuerdo el tristísimo final, el del adiós definitivo, que es la secuencia que más se repite en Youtube. La música de Henry Mancini es el complemento perfecto que incrementa la gran carga emotiva que tiene el comprensible desenlace.

Lo bueno de bucear en la red es poder rememorar aquellos momentos y documentarse sobre ellos. Es curioso leer que esta película fue de las primeras occidentales que la Unión Soviética permitió rodar en su territorio. No sorprende para nada que también allí tuviera tanto éxito porque el desgarro que produce una guerra en un pueblo es un tema totalmente universal.

¡Qué grande que fue Vittorio de Sica! Y qué bien que el tiempo lo haya colocado en su merecido lugar.




Sand y Chopin




Écoutez ; ma vie, c'est la vôtre ; car vous qui me lisez, vous n'êtes point lancés dans le fracas des intérêts de ce monde, autrement vous me repousseriez avec ennui. Vous êtes des rêveurs comme moi. Dès lors tout ce qui m'arrête en mon chemin vous a arrêtés aussi. Vous avez cherché, comme moi, à vous rendre raison de votre existence, et vous avez posé quelques conclusions. Comparez les miennes aux vôtres. Pesez et prononcez. La vérité ne sort que de l'examen.

George Sand (1804-1876)



 




Chopin. Pragnienie milosci (Desire for love, Jerzy Antczak, 2002)







miércoles, 23 de septiembre de 2009

El oro de Nápoles



El anillo que supuestamente se cae en una pizza, la tristeza profunda de una madre, la ex prostituta sin derecho a ser querida,  el conde ludópata que juega a las cartas con un niño, el  tirititero agobiado por un capo y el inefable profesor vendedor de ideas... De eso y de muchas cosas más trata esta maravillosa tragicomedia de Vittorio de Sica en seis inolvidables actos cuya protagonista principal es siempre la inigualable ciudad de Nápoles.

Il guappo, I giocatori, Pizze a credito, Funeralino, Teresa, Il professore

L'Oro di Napoli (Vittorio de Sica, 1954)




 

domingo, 20 de septiembre de 2009

Candilejas





Candilejas (Limelight, Charles Chaplin, 1952)

All I Want is You



You say you want
Diamonds on a ring of gold
You say you want
Your story to remain untold
But all the promises we make
From the cradle to the grave
When all I want is you
You say you'll give me
A highway with no one on it
Treasure just to look upon it
All the riches in the night
You say you'll give me
Eyes in a moon of blindness
A river in a time of dryness
A harbour in the tempest
But all the promises we make
From the cradle to the grave
When all I want is you


U2 (Rattle and Hum, 1988)




sábado, 19 de septiembre de 2009

Recuerdos de Brno



Por estas fechas siempre recuerdo mi primer viaje al extranjero en soledad. Fue a la ciudad de Brno (o Berno), la capital de Moravia, hace cosa ya de trece años. Allí pase un mes entero en un curso intensivo de museos patrocinado por la Unesco en la Universidad de Masaryk. Conocí a gente fantástica pero tanto el viaje como la estancia me llevó todo el tiempo a una sensación de extrañamiento, como si viviera dentro de una película y como si las cosas no me sucedieran a mí.

Recuerdo el primer día de viaje. Volé a Viena y debía ir a la estación de autobuses para llegar a la ciudad checa. Parecía más cercano el trayecto Viena-Brno que el de Praga-Brno, de ahí aquella extraña elección de escoger un aeropuerto en otro país. Pero a pesar de coger rápidamente un taxi perdí el autobús de las dos. Sin más remedio debía esperar al de las cinco y media. Así que me tocó dar vueltas y vueltas por la estación sin atreverme a salir de allí para no volver a perder el autobús de la tarde. Recuerdo lo que me entretuve en una librería y el pequeño diccionario español-alemán de bolsillo que allí compré. La hamburguesa en el MacDonald que me tomé mientras leía una revista en una mesa que compartí con un señor que a su vez leía un libro. Pero sobre todo recuerdo el pesado que me seguía por todas partes y que debía ser el camello de la estación. Allí donde entraba afuera que me esperaba.

La tarde caía y el tiempo pasaba tan lentamente... mientras, pensaba preocupada que iba a llegar a una ciudad checa desconocida donde a su vez debía coger un tranvía que me debía llevar a las afueras  donde supuestamente estaba la residencia universitaria donde debía instalarme. No era la primera vez que estaba en Chequia pues había estado el año anterior... pero no había ido sola. Con lo cual sabía lo inquietante y decadente que podía ser la periferia de una gran ciudad checa y el aspecto  casi militar y austero que tenían las residencias universitarias allí. Cuando mi ansiedad más crecía y el sujeto más se acercaba, vi a una chica llegar a la zona de espera, junto a un viejo autobús de un desvencijado color beis. Era rubia y pequeña y lleva un maletín de plástico que ponía Ministero per i beni culturali o algo parecido. Me acerqué a ella y cuál fue mi suerte porque aunque no, no era italiana, pues era letona, hablaba inglés e ¡iba a Brno al mismo curso que yo! Fue de los momentos que más alegría sentí en mi vida. Así que me pegué a ella como a una lapa y me contó que había estado el año anterior haciendo otra edición del curso aunque habían instalado a los alumnos en el centro de Brno. Debíamos buscar dónde estaba la desconocida residencia en la periferia de la ciudad morava. Al menos ya no sería una búsqueda en solitario para ninguna de las dos.

En la frontera entre Austria y la República Checa pararon el autobús y al entrar un policía cargado con metralleta me indicó con palabras incomprensibles que quitara el abrigo y le enseñara mi macuto. Entonces todavía sentí más alegría de poder ir al lado de una desconocida que ya sentía que era una gran amiga. Pero todavía creció más mi estima cuando al llegar por fin a Brno, ya de noche y sin un alma por las calles, aquel ángel de chica consiguió encontrar a una mujer que en ruso le explicó cómo llegar a la residencia. Con aquella oscuridad no se percibía el gris y el beis típico de la ciudad. Me recordó a los escenarios de una película de espías a lo Orson Wells.

Cuando  por fin, tras tan largo día, llegué a mi habitación, sentí que había superado una gran prueba. Aquello había sido toda una proeza para mí. Al día siguiente en el desayuno me encontré una chica hablando en español... ¡era de Alicante! Estaba con un matrimonio portugués y también había unas chicas mexicanas. Fue en ese momento cuando por fin pude respirar porque me sentí más cerca de casa.

Brno es la ciudad donde nació mi admirado Kundera. Había releído La insoportable levedad una semana antes de aquel viaje... puede que por ello estuviera más obsesionada de lo normal. Lo cierto es que percibía tristeza en el comedor universitario, en las calles... No dejaba de ser una ciudad un tanto decadente a pesar de los notables monumentos. Destaca por curiosidades como el castillo Spilberk, fortaleza-prisión donde fue torturada mucha gente y que ahora era un museo. Por la cripta del monasterio de los capuchinos y la catedral de San Pedro y San Pablo. Por el museo de anatomía de la universidad... Todo aquello acrecentó mucho más aquella zozobra que se instaló en mí desde el primer día. Pero también destacaba por el monasterio de Santo Tomás, donde estudió Mendel, quien desarrollara su famosa teoría de la genética, la plaza del Repollo o la villa Tugendhat, arquetipo de la arquitectura racionalista de Mies van der Rohe y muchas maravillas más.

A la vuelta, mucho más feliz por todo lo aprendido, por los profesores y por los alumnos que había conocido, me recogió un coche particular que debía llevarme al aeropuerto de Viena. Lo conducía una señora muy guapa acompañada por un niño de diez años y por el guía checo que hablaba español. Él me contó que ella había sido una reconocida actriz que de esa forma se sacaba un dinero extra. El niño no paraba de mirarme en todo el viaje porque, según el guía, nunca había visto una "belleza tan exótica" como yo. De acuerdo que ellos eran rubios de ojos claros pero la verdad es que no me sentía tan diferente. Fue un viaje bastante agradable.

Así terminó mi estancia en Brno. Me gustaría volver de nuevo y visitar la ciudad más a mi aire, sin aquel sentimiento de extrañeza y de miedo a lo desconocido que tuve casi todo ese mes de septiembre del 96. Quién sabe...

domingo, 13 de septiembre de 2009

Lo bello y lo triste


"El tiempo pasó. Pero el tiempo se divide en muchas corrientes. Como en un río, hay una corriente central rápida en algunos tramos y lenta, hasta inmóvil, en otros. El tiempo cósmico es igual para todos, pero el tiempo humano difiere con cada persona. El tiempo corre de la misma manera para todos los seres humanos, pero todo ser humano flota de distinta manera en el tiempo.

Al aproximarse a los cuarenta, Otoko se pregunta si el hecho de que Oki siguiera dentro de ella significaba que esa corriente del tiempo se había estancado, en lugar de seguir su curso. ¿O acaso la imagen que ella conservaba de él había flotado con ella a través del tiempo como una flor arrastrada río abajo? Ella ignoraba cómo había flotado su propia imagen en la corriente de Oki. No podía haberla olvidado, pero sin duda el tiempo había corrido de manera diferente para él. Las corrientes del tiempo nunca son iguales para dos personas, ni siquiera tratándose de amantes..."


Yasunari Kawabata, Lo bello y lo triste [Utsukushisa to Kanashimi to], 1965

La parte por el todo I

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Para siempre Una Aventura Vulgar



El cine murciano está de luto desde ayer. Ha muerto el profesor y periodista Antonio Crespo, director de uno de los más grandes cortometrajes que se hayan producido en la región, Una aventura vulgar (1953). Rodado en 16 mm., cuenta la historia de un hombre que pierde un billete de lotería, así como todo su periplo por la Murcia de entonces a la búsqueda desesperada de la fortuna. Enclavado dentro de la estética neorrealista, muy al uso del cine italiano de entonces, fue todo un éxito en el Festival Nacional de Cine Amateur de Barcelona de aquel año al conseguir cuatro premios.

Juan Francisco Cerón, al frente del Aula de Cine de la Universidad de Murcia, y con ocasión del cincuenta aniversario de la película, editó en 2003 un estudio y un facsímil de Encuadre, revista cinematográfica murciana de altísima calidad que se publicó entre los años 1956 y 1958 y que fue dirigida por el propio Crespo. Una pequeñísima colaboración en aquel proyecto me permitió conocer a un hombre muy trabajador, con una extraordinaria cultura y una gran modestia.

Se ha ido un genio, un gran pionero del cine amateur y, a la postre, del cine español. Pero nos quedan sus obras, sus libros, sus películas y muy especialmente aquellas grandes secuencias en blanco y negro realizadas con muy pocos medios pero con dosis ingentes de sabiduría. Descanse en paz.

Primer fotograma: corresponde a un momento de la película cuando el director tuvo que rodar en picado y desde un balcón un atropello. Las personas que pasaban por allí, sin saber que se rodaba una película, actuaron como improvisados y asustados extras de la misma.

domingo, 6 de septiembre de 2009

By my side


Here comes the clown
His face is a wall
No window
No air at all
In the dark of night
These faces they haunt me
But I wish you were
So close to me
In the dark of night
By my side
In the dark of night
By my side
I wish you were
I wish you were
In the dark of night
By my side

INXS (X, 1990)

jueves, 3 de septiembre de 2009

Sobre Lecturas Reunidas


De las casi cincuenta entradas de Lecturas Reunidas unas cuarenta las ha escrito Athena y apenas diez serán mías. Me gustaría, en este nuevo curso que empieza, poder hacer muchas más entradas.

Lo mejor de la bitácora es que podemos compartir sensaciones sobre lo que vamos leyendo, así como la gente que se acerca y que hace comentarios.

Así que, Athena, gracias por seguir manteniendo al día este gabinete de lectura que tenemos en común... y a ver si la gente se anima mucho más a subir entradas y comentar los libros que vayan leyendo.

:)


El arte como belleza para Oscar Wilde



"No esperéis que la vida sea pintoresca, sino intentad ver por vosotros mismos la vida en condiciones pintorescas. Estas condiciones podéis crearlas en vuestro estudio, porque son únicamente condiciones de luz. Debéis esperarlas, buscarlas, elegirlas, en la naturaleza; y si esperáis y buscáis, ya vendrán ellas.
En la calle Gower podéis ver, de noche, un buzón de pintoresco rotulado; en los muelles del Sena podéis ver policemen pintorescos. Venecia misma no siempre es bella, ni tampoco Francia.
Pintar lo que véis es una buena regla en arte; pero ver lo que vale la pena ser pintado, es mejor. Mirad la vida en condiciones pictóricas. Es preferible vivir en una ciudad de temperatura variable que en una ciudad de alrededores maravillosos.
(...)
El objeto del arte es pulsar la cuerda más divina y más secreta que produce música en nuestra alma; y el color es, en realidad, por sí mismo, una presencia mística sobre las cosas, y se asemeja a una especie de centinela.
Acaso creeréis que abogo entonces, simplemente, por la técnica. No. Mientras quede el menor signo de técnica, el cuadro no estará terminado. ¿Cuándo está terminado un cuadro? Cuando todo rastro de trabajo, así como los medios empleados para lograr el resultado, han desaparecido.
En el caso de los artesanos (el tejedor, el alfarero, el herrero), se ve en su obra la huella de sus manos; pero no sucede lo mismo con el artista.
El arte no debería tener otro sentimiento que el de su belleza, ni otra técnica que lo que podéis observar. Debería poder decirse de un cuadro, no que está bien pintado, sino que no está pintado.
¿Cuál es la diferencia entre el arte especialmente decorativo y la pintura? El arte decorativo pone de manifiesto su material; el arte imaginativo lo anula. El tapiz muestra sus hilos como parte de su belleza; un cuadro anula su lienzo, no deja ver nada de él. La porcelana hace resaltar su vidriado; la acuarela disimula el papel.
Un cuadro no tiene más significación que su belleza ni otro mensaje que su alegría. Esta primera verdad en arte no la debéis perder nunca de vista. Un cuadro es una cosa meramente decorativa.
Oscar Wilde: "A los estudiantes de arte".
Conferencia pronunciada en la Royal Academy, Westminster, 28 de junio de 1883.
Leído en Ignoria.