lunes, 29 de septiembre de 2008
Querido señor Knightley...
"Se pusieron a andar juntos. Él guardaba silencio. Emma tenía la impresión de que de vez en cuando la miraba de reojo, como si quisiera leer en su rostro más de lo que a ella le convenía dejar entrever (…). - Hace un momento le he interrumpido muy bruscamente, señor Knightley, y temo haberle ofendido… Pero si desea hablar francamente conmigo como amiga, o pedirme la opinión sobre cualquier cosa que tenga usted en proyecto… como amiga estoy a su disposición. Escucharé todo lo que quiera decirme. Y le diré exactamente lo que piense.
- ¡Como amiga! – repitió el señor Knightley-. Emma, lo que temo es una palabra… No, no, prefiero que no… Sí, quédese… ¿por qué voy a vacilar? Ya he ido demasiado lejos para poder ocultarlo ahora… Emma, acepto su ofrecimiento… Por raro que pueda parecerle, lo acepto y me confío a usted como amiga… Dígame… ¿Puedo tener alguna esperanza?
Se interrumpió como para dar más énfasis a su pregunta, mientras con la mirada dominaba completamente a la joven.
- Mi querida Emma –siguió diciendo-, porque querida lo será usted siempre para mí, sea cual sea el resultado de esta hora de conversación, mi querida Emma, mi amada Emma… contésteme en seguida. Diga “no” si es eso lo que tiene que decir.
Emma era absolutamente incapaz de decir nada, y él exclamó muy excitado: - ¡Se calla usted! ¡No dice nada! Por ahora no pregunto más.
Emma estaba casi a punto de desvanecerse por la emoción de aquellos momentos. Entonces el sentimiento más acusado en ella era el temor a despertar del más feliz de los sueños."
Mi queridísimo señor Knightley, ¿dónde se ha metido usted? Aquí Emma, la insensata e imprudente Emma, le echa muchísimo de menos.
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5 comentarios:
Todo un gentleman inglés Mr. Knightley...
Sí, y difícil elección...
Entre el señor Darcy de Orgullo y Prejuicio, siempre enfadado y luchando contra el amor, o el capitán Wentworth de Persuasión, distante ante el rechazo de tiempo atrás y sin embargo sin haber podido olvidar... como que, a estas alturas de la vida definitivamente nos quedamos con Mr. Knightley.
Es verdad que nuestra juventud fue más proclive a los Heathcliffs o los Rochesters... pero las Bronte son otro cantar.
Adorada y divertida Jane Austen. No hay otra igual.
Heathcliff nunca me gustó, menudo amargado. Y Cathy es que era insoportable. Lo único que me gusta de "Cumbres borrascosas" es la canción de Kate Bush.
Mr. Rochester forever!!!!
Bueno, a mí lo siempre me gustó fue la pasión de Heathcliff. En general la pasión atormentada de toda la novela. El romanticismo en su punto álgido (la muerte, el paisaje, lo fantasmagórico, el amor imposible).
La canción de Kate Bush está muy bien, sí.
Y sobre todo me gustó Ralph Fiennes como Heathcliff.
Es que Ralph Fiennes me gusta a mí hasta de nazi.
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