Los últimos tiempos lo ocupan días llenos de trabajo y espinas, como diría Pale Blonde. No hay forma de escribir entradas más personales en el blog. Así que sigo haciendo de recopiladora para llenar los estantes de mi Wunderkammer. La entrada de hoy se la quiero dedicar a una persona muy querida que está pasando la peor experiencia que se puede pasar en esta vida. Esa persona canta tan bien como Luis Miguel y además siempre pensé, desde que este último era bien pequeño y se paseaba por España como niño prodigio, que los dos eran iguales. Él siempre fue gran admirador del cantante mejicano.
La canción es una maravilla y el vídeo está muy bien hecho y con todo mi cariño se la quiero dedicar. Él y su familia están sufriendo el profundo dolor que producen las espinas de verdad, las más incomprensibles de todas. Pero como dice un haiku de los que aquí han quedado archivados: "Sufriendo estaba y al subir una loma, zarzas en flor". Aunque sé que no es ningún consuelo...