martes, 4 de noviembre de 2008

Más nostalgia de otoño



Siguiendo con esta nostalgia otoñal que nos asola y para acompañar la entrañable entrada de Athena dedicada a la muñeca Nancy, que cumple cuarenta años, dedico el post al cómic favorito de muchas de las chicas que fueron niñas o adolescentes a finales de los setenta y comienzos de los ochenta. Yo no conservo ninguno de la época, aunque hace dos cumples me regalaron dos, lo que me hizo mucha ilusión. Ahora estoy comprando los volúmenes que está editando Glénat, tanto los de la Esther de antes, que son los que más me gustan, como los de la Esther de treinta y tantos de ahora, con los dibujos de Purita Campos.

Me traen recuerdos de los veranos con mis tías y mi madre, que leían algún que otro libro pero que sobre todo vaciaban los kioskos de novelitas rosas que se consumían en un día o dos, para hacer las largas siestas más llevaderas. Menudos clubes de lectura que formábamos, mientras los rematadamente cansados hombres que madrugaban para ir a pescar nos amenizaban con sus ronquidos. A veces sonaba flojito la música de Nat King Cole para compensar y el recuerdo también tiene sabor a pipas saladas. A mí me solía tocar un tebeo de Lily con lo cual siempre me apuntaba a recargar municiones.

Una se sentía cómplice de la pecosa Esther y vivía con ella sus aventuras, su mal de amores con el guapo Juanito que, como se ha dicho, fue toda una premonición de David Beckham, pues no sólo se le parece físicamente sino que también es un futbolista adorado por las chicas, su complicada relación con su amiga Rita o con su guapa hermana Carol, los problemas con su madre y el buenazo de su padrastro o las picias que le hacía la mala de Doreen. Qué recuerdos.

9 comentarios:

Ramón Monedero dijo...

A la vista de la prliferación de comics, noelas gráficas, entendidos, seminarios, estudios, ensayos y demas parafernalia en torno a este mundo yo, me consfieso un incluto aunque eso si, como todo niño que fui un día, tengo mi comic predilecto, el mismo que aún hoy me compro de vez en cuando y leo un par de páginas en un momento muerto en casa. Los únicos, los inevitables, los descacharrantes e hilarantes; ¡"Mortadelo y Filemón"!.

Athena dijo...

Como ya le comenté en mi blog, no tuve la ocasión de leer Esther, pero sí que la conozco. Me identifico más con don Ramón. De hecho, hace seis años compré en un Carrefour varios cómics de Mortadelo y Filemón que estaban de súper oferta (creo que valían 100 peseteas). Me hice con clásicos como "El sulfato mágico", "Valor y al toro", "La historia de Mortadelo y Filemón" y mi favorito: "El vacilón".
A pesar de todo, me da rabia no haber tenido en mis manos algo de Esther. Es más, de pequeña leía poco y me perdí lo que era normal por aquella época: "Los cinco" y "Los siete secretos". Eso sí: me leí mil veces "Juana de Arco" y una versión juvenil de "Fabiola". También "Sissí", de Bruguera e ilustrado por María Pascual, mi preferida por aquellos tiempos. Qué cosas.

Wunderkammer dijo...

Todo esto se lo debemos al gran Umberto Eco con su famosa obra "Apocalíticos e Integrados" que publicó en los sesenta. Allí hablaba, entre otros, de Superman y Charlie Brown.

Yo, además de Esther, leía a Zipi Zape, Anacleto agente secreto, Carpanta, Doña Urraca... También leí algunos de Mafalda. Pero he de reconocer que no me gustaba Mortadelo y Filemón... (no sabía cómo decirlo...)

Mi tía tenía una colección preciosa de los clásicos de Disney. Y también tuve las versiones juveniles de obras clásicas que incluían texto y cómic de Bruguera, como la de Sissí de Athena.

Me encantaban "Los cinco", "Los siete secretos", "Los Fosters" y sobre todo, me sacaba siempre de la biblioteca "Alfred Hitchcock y los tres investigadores". Y es que ya de peque tuve afición por la novela de detectives.

Wunderkammer dijo...

Es verdad, qué cosas... Es que estamos de lo más nostálgicos. Pero ¿y lo bien que lo pasamos compartiendo recuerdos?

Athena dijo...

A mí me iban los libros con muchas ilustraciones. Defectos que tiene una.

Wunderkammer dijo...

El gusto por las ilustraciones va unido seguro con lo de la Historia del Arte.

Y es verdad que dibujaba bien María Pascual...

Ramón Monedero dijo...

Pues yo ahora fiajos, he perdido el placer de recrearme en los disparatados dibujos de Mortaldeo y Filemón, que están plagados de detalles graciosos. Ahora, cuando pillo un comic de Morta me tengo que esforzar en recrearme, como hacía cuando era pequeño en los dibujos y no leer a toda castaña deduccioendo lo que debe haber en la viñeta. Así no se lee un comic, lo reconozco...

Anónimo dijo...

Wunder, me encanta Esther y su mundo! Me emocioné cuando ví que lo reeditaban, pero hasta hace unas semanas, que fui a comprar varios libros no me decidí a llevarme el primer volumen.
Guardo muy buenos recuerdos de ese cómic porque lo leía cuando íbamos a casa de mi tía y mi primo, enganchado como estaba a Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape y demás amigos de Bruguera, siempre me tenía preparada la nueva tirada de Esther... Y qué hubieran sido mis primeros veranos sin ella!!!
Aún hoy me pasan cosas bonitas relacionadas con este cómic. Cuando me compré el primer volumen de la nueva colección se lo comenté a una amiga, a la que también le encanta y que guarda todos los originales. A los dos días fuí a hacerle una vista, a ella y a su hija, que es casi como mi sobrina... y me tenían preparada una sorpresa: me regalaron todos los volúmenes de la colección, incluidos los de la Esther treinteñera!! Ahora los estoy devorando!!!

Pd.: sabías que Purita Campos se inspiró en Audrey Hepburn para crear el personaje de Esther y que, al ser una ilustradora que venía del mundo del diseño de moda, todos y cada uno de los personajes del cómic recogen las tendencias del momento, hasta en los más mínimos detalles?! Purita es un crack!

Wunderkammer dijo...

Bienvenida, Afterimago y a ver os animáis a continuar con vuestro blog.

No sabía lo de Audrey pero esa debe ser una de las razones que explican el magnetismo de Esther. Sí lo de que Purita Campos era modista y diseñadora en Barcelona antes de vivir en Londres. Así de monísimas iban siempre Esther, Rita y Carol, con sus pantalones de campana, sus minifaldas, sus vestiditos hippies... Esos mismos vestidos que también llevaba la muñeca Nancy. Por eso, para mí todo va unido en el mismo paquete de recuerdos.

¡Lo que estarás disfrutando con el fantástico regalo que te han hecho!

Bss