Un tema inquietante y perturbador que sirve de banda sonora a ese difícil futuro que se vislumbra para un siglo después. Ahora el 2026 está cada vez más cerca y no parece que el mundo vaya a estar dividido en dos o, al menos, no de la forma que sugiere esta historia: uno terrenal, de propietarios e intelectuales y otro subterráneo, de proletarios. Más bien la historia se adelantaba a ese choque brutal de ideologías que supondría el estallido de la Segunda Guerra Mundial y la subsecuente Guerra Fría.
Aún así la distopía de Metrópolis todavía emerge con fuerza y su imaginario visual no ha perdido un ápice su capacidad de atracción. La solución la tenía Thea von Harbou, la mujer de Fritz Lang, autora de la novela en la que se basa la película: Mittler zwischen Hirn und Hand muss das Herz sein ("el corazón como mediador entre el cerebro y la mano"). Y el punto de unión entre ambos mundos en apariencia irreconciliables.
2 comentarios:
Gracias por recordarnos una obra maestra como Metropolis, inspiración de muchas peliculas psteriores en su visión del futuro.
Siempre que he revisado algún fragmento de la película como el que nos presentas me he preguntado como es posible que se filmara una pelicula como ésta con los medios técnicos del año 1927.
Un saludo.
Es una auténtica maravilla.
Un saludico.
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