martes, 15 de marzo de 2011

En la tranquila noche


El aire de la noche refrescaba la atmósfera cálida.
Venus, desde el abismo, me miraba con triste mirar.
Rubén Darío

A mi querida amiga y maestra C. por descubrirme esta pintura y por mil cosas más

2 comentarios:

Nictea dijo...

Hace dos días tuve la suerte de poder visitar un castillo por el que Rubén Darío habría pagado su mejor canción... :)

Román dijo...

Rubén Darío fue un poeta inmenso, una bendición para nuestra lengua y una sensibilidad exquisita que le llevó a crear esa rara belleza de sus versos. Nadie como él para combinar métricas distintas y atreverse incluso a emularel metro clásico en su Marcha Triunfal. De su amor a nuestra cultura y cosmovisión hispana, cabe recordar su oda a Roosevelt hoy tan políticamente incorrecta,que casi no se menciona pero, por encima de todo, su canto a la belleza constantemente repetido, una de cuyas muestras, la poesía cuyo final reproduces.