El perfume fue creado en 1919 y parece ser que debe su nombre a la protagonista de la novela de Claude Farrère, La Batalla, publicada aquel mismo año. Ambientada en la guerra ruso-japonesa de 1905, cuenta la historia de un amor imposible entre la esposa de un almirante japonés y un oficial británico. Puede que el perfume también estuviera inspirado en la historia de Mitsuko Coudehove-Kalergi, Aoyama de soltera, una japonesa nacida en el seno de una familia de comerciantes que se enamoró de un conde austriaco, con el que se casó y tuvo muchos hijos. El que el conde se casara con una asiática fue un escándalo en aquella época y parece ser que por ello la mujer sufrió muchos prejuicios.
Fue la colonia favorita de la famosa actriz de la década de los años treinta, Jean Harlow, aquella rubia platino cuyo marido se suicidó a los pocos días de la boda empapado en la misteriosa fragancia. También es el que utilizaba Anaïs Nin. Y he leído que un frasco de aquel perfume es el que la actriz Catherine Deneuve tira en la película Belle de Jour de Buñuel, aunque yo diría que es otro que está justo al lado del de Mitsouko en su tocador (minuto 4:50 del enlace). Curiosidades que he podido leer en una interesante bitácora sobre perfumes. Una fragancia de otra época con miles de historias asociadas a ella.
"Anoche me dejó en la Gare Saint Lazare. Empecé a escribir en el tren a fin de estabilizar los saltos de la bota de siete leguas de mi vida con la actividad de hormiga de la pluma. Las palabras hormiga iban y venían transportando migas, unas migas muy pesadas, más grandes que las propias hormigas. «¿Tienes suficiente tinta?», me ha preguntado Henry. No debería usar tinta sino perfume, debería escribir con «Narcise Noir», con «Mitsouko», con jazmín, con madreselva. Podría escribir palabras hermosas que exhalarían el potente olor de la miel de mujer y de la sangre blanca del hombre."
Anaïs Nin, Henry y June (1931-1932)
"Anoche me dejó en la Gare Saint Lazare. Empecé a escribir en el tren a fin de estabilizar los saltos de la bota de siete leguas de mi vida con la actividad de hormiga de la pluma. Las palabras hormiga iban y venían transportando migas, unas migas muy pesadas, más grandes que las propias hormigas. «¿Tienes suficiente tinta?», me ha preguntado Henry. No debería usar tinta sino perfume, debería escribir con «Narcise Noir», con «Mitsouko», con jazmín, con madreselva. Podría escribir palabras hermosas que exhalarían el potente olor de la miel de mujer y de la sangre blanca del hombre."
Anaïs Nin, Henry y June (1931-1932)
5 comentarios:
QUÉ MARAVILLOSO POST!!!!!!!
Gracias, Sushi, qué pena que no podamos asociar fragancias a la entradas. Hubiera quedado mucho más completa ;)
Casualidad o no, pero mientras la leía, venía a mi mente ese inconfundible olor....:))))
Jamás dejarás de sorprenderme, Wunderk, jamás. He tenido la blogosfera abandonada, y reencontrarme con tu blog ha sido un verdadero placer. La entrada es redonda, estupenda.
Cuando leo entradas así, me dan ganas de retomar el mío jejeje
Isidro, muchas gracias, simplemente es que me gusta compartir el proceso de aprendizaje.
¿Y cómo es eso de que abandonas tu blog? Menuda mala noticia, con lo que a mí me gusta leer tus andanzas por las tierras moravas; con lo mucho que disfrutamos con tu sentido de humor, con tu favia, tus recetas, con Bridget y PocoYo... Espero que simplemente sea un "descanso dominical". BESOS.
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