viernes, 15 de enero de 2010

Ya me voy



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Ya me voy. ¡Deseadme buena suerte, amigos míos! La aurora sonroja el cielo, y mi camino parece hermoso. Me preguntáis qué me llevo.
Mis manos vacías y mi corazón lleno de esperanza.
Me pondré sólo mi guirnalda nupcial, porque el vestido pardo del peregrino no es mío; y aunque el camino sea peligroso, va sin temor mi pensamiento.
Cuando mi viaje llegue a su fin, saldrá la estrella de la tarde, y las melancólicas armonías del crepúsculo se abrirán tras el pórtico del Rey.

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Pasé, sin darme cuenta, el umbral de esta vida.
¿Qué poder fue el que me hizo abrir en este inmenso misterio, como un capullo, a medianoche, en el bosque?
Cuando, a la mañana, vi la luz, sentí al punto que yo no era un extraño en este mundo, que lo desconocido sin nombre ni forma me había tenido en brazos, en la forma de mi madre.
De igual manera, al salir a la muerte, esto mismo desconocido me parecerá familiar. Y como amo tanto esta vida, sé que amaré lo mismo la muerte.
El niño, cuando su madre le quita el seno derecho, se echa a llorar; pero al punto encuentra en el izquierdo su consuelo.

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Cuando me vaya, sea ésta mi palabra última: que lo que he visto no puede ser mejor. Gusté la miel oculta de este loto que se abre en el océano de la luz, y así fui bendito. Sea esta mi última palabra. He jugado en esta casa de juguetes de formas infinitas; y vislumbré, jugando, a aquel que no tiene forma.
Mi cuerpo entero ha vibrado al contacto de aquel que es intangible.
Si aquí debe ser el fin, sea.
Esta es mi última palabra.

Rabindranath Tagore, Gitanjali.


mi tío, un gran hombre, una persona muy buena y muy querida.

7 comentarios:

Durandarte dijo...

Lamento tu pérdida, Wurderk. Las palabras de Tagore son hermosas; inquieren el mayor misterio. Sin embargo, siempre queda la duda sobre la eficia de la literatura en ese trance.

Un abrazo.

Durandarte

Luis Gonzalez dijo...

Y a mi enterradme sin duelo
entre la playa y el cielo...

En la ladera de un monte,
más alto que el horizonte.
Quiero tener buena vista.

Mi cuerpo será camino,
le daré verde a los pinos
y amarillo a la genista...

Cerca del mar. Porque yo
nací en el Mediterráneo.


Un fuerte abrazo Wunderk.

Santiago Delgado dijo...

Con un abrazo, Wunderk. Ya tienes quién te espere allá, para abrirte puertas y decirte caminos.

Tigretón dijo...

Lo siento mucho, Wunderk. Sabes (de sobra, por mi blog) que no hace mucho perdí a un tío mío, que era relativamente joven (que como dije entonces era el verdadero médico de familia, un hombre bueno, y, para mí, fue como un padre -aunque para muchos les parezca un tópico-. Le echo de menos. Me acuerdo de él todos los días, prácticamente)

Muy hermosas y emocionantes las palabras de ese grande de la literatura universal que fue y es Tagore.

Mucho ánimo. Un abrazo.

@JaviMGomez dijo...

Precioso.

Un cálido abrazo virtual.

Wunderkammer dijo...

El texto es críptico pero muy bonito. Las guirnaldas (nunca vi tantas flores), la alusión al peregrino, la estrella de la tarde y muchas cosas más me llamaron la atención en cuanto lo leí.

Gracias a todos y un fuerte abrazo a mi tía, mis primos y a la madre de mi tío.

Athena dijo...

Ánimo...