viernes, 7 de octubre de 2011

Olvidarse de uno mismo

"¿Lee mucho, Bernie?
- Cada vez más -reconocí-. Para mí, es como irse a la legión francesa: lo hago para olvidar. Para olvidarme de mí mismo, me parece." (...)
"[B. Gunther]: Hablas de la verdad como si tuviese algún sentido, pero cuando me la tiras a la cara no es más que un puñado de arena. No es la verdad en absoluto. Al menos, no la que yo quisiera oír. No la tuya. No nos engañemos, ¿de acuerdo?" (...)
Si los muertos no resucitan, ¿qué pasa con el espíritu del hombre? Y si resucitan, ¿con qué cuerpo volvemos a la vida? No tenía respuestas para eso. Nadie las tenía. Si los muertos resucitasen y fueran incorruptibles y yo pudiese cambiarme por otro en una abrir y cerrar de ojos, puede que, sólo por morir, valiera la pena dejarme matar o quitarme la vida.
Detective Bernie Gunther. En Si los muertos resucitan de Philip Kerr (2009).

No hay comentarios: