El genio de Velázquez no está, como el de los otros, en guerra; sin nada violento ni contrastado carece, pues, de brillo, de signo, de señal. Por eso la comprensión auténtica de su obra, de esa obra que no tiene dificultad ninguna, es, sin embargo, tan difícil. La falta de dificultades que hay en la obra de este desdeñoso sutil es lo que permite al hombre sencillo llegar, por lo menos, hasta donde la obra comienza; lugar modesto, si se quiere, pero nada falso, y a donde el artistizante no se asomará nunca.
Hemos dicho que no se trata aquí de un gusto personal; extremando las cosas podría decir que la obra velazqueña casi no me gusta. El cuadro de "Las Meninas" o el paisaje azul de la Villa Médicis los considero la verdad, la verdad completa, es decir, son para mí mucho más que el propio gusto, ya que no se me oculta que mi gusto, nuestro gusto puede muy bien ser una mentira. Pero tan lejos como está Velázquez de ser mi gusto, lo está también de ser una conclusión intelectuosa. No es ni mi gusto ni mi pensamiento, sino mi creencia.
Por cierto que no siempre tuve esa fe. Nuestras creencias son, sin duda, innatas y fatales, pero tardan en revelarse, ya que más que vivir, solemos pasar como por encima de nuestra vida; aunque también es posible que vivir no sea más que eso, que un constante renunciar, precisamente, a nosotros."
Ramón Gaya, Velázquez, pájaro solitario (1945-1984)
Hemos dicho que no se trata aquí de un gusto personal; extremando las cosas podría decir que la obra velazqueña casi no me gusta. El cuadro de "Las Meninas" o el paisaje azul de la Villa Médicis los considero la verdad, la verdad completa, es decir, son para mí mucho más que el propio gusto, ya que no se me oculta que mi gusto, nuestro gusto puede muy bien ser una mentira. Pero tan lejos como está Velázquez de ser mi gusto, lo está también de ser una conclusión intelectuosa. No es ni mi gusto ni mi pensamiento, sino mi creencia.
Por cierto que no siempre tuve esa fe. Nuestras creencias son, sin duda, innatas y fatales, pero tardan en revelarse, ya que más que vivir, solemos pasar como por encima de nuestra vida; aunque también es posible que vivir no sea más que eso, que un constante renunciar, precisamente, a nosotros."
Ramón Gaya, Velázquez, pájaro solitario (1945-1984)
3 comentarios:
Creo en Diego Rodríguez de Silva y Velázquez sobre todos los pintores. Creo en su obra, sus cuadros, su inteligencia y su legado. Amén.
No hay nada que me guste más que la investigación histórica. No hay ninguna época que me fascine más (y hay muchas que casi, casi) que el siglo XVII. Y no hay nada mejor que un cuadro de Velázquez para aproximarse a lo que había de verdad detrás de lo que nos cuentan las fuentes, de lo que conoceríamos si él no nos hubiese mostrado a las clases populares, a los palacios plagados de enanos e infantes. A un rey débil y pusilánime y a un valido fuerte y poderoso.
Analizar un cuadro puede darnos una muestra de la maestría de un pintor. Analizar la obra completa de un pintor puede, si de un genio se trata, tener tantos resortes, tantos misterios, tantas claves que no pueden describirse con unas pocas palabras.
Creo en Diego Rodríguez de Silva y Velázquez sobre todos los pintores. Creo en su obra, sus cuadros, su inteligencia y su legado. Amén.
Estimado sr. Ventimiglia:
Yo también creo.
Amén.
Gracias por sus sabios y geniales comentarios que enriquecen esta bitácora.
A mí me ocurre igual en lo relativo a la investigación aunque lo del siglo es en mí más un vaivén.
Yo también creo.
Amén.
"No es ni mi gusto ni mi pensamiento, sino mi creencia."
Me la apunto ;)
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