domingo, 18 de diciembre de 2011

Karluv Most


Yo digo: si encuentro otra palabra para decir arcano, encuentro sólo la palabra Praga. Es turbia y melancólica como una cometa, como impresión de fuego su belleza y serpentina y oblicua como en las anamorfosis de los manieristas, con un halo de lugubridad y desmoronamiento, con un gesto de eterno desencanto...
Angelo Maria Ripellino, Praga Mágica (1973)


No viene a ver cómo se clava
tu más fina torre en el cielo
ni si tu nieve es un pañuelo
sobre los puentes del Moldava...
Rafael Alberti, La primavera de los pueblos (1902)


Resek no había entendido nada. Miraba hacia el puente de Malá Strana, junto al lugar iluminado por las luces. Bohusch continuó:
- Conozco a mi querida Praga hasta el corazón. Hasta el corazón- repitió, como si alguien hubiese puesto en duda su afirmación- pues esta zona, junto con el Hradshin, es su corazón. En el corazón se encuentra siempre lo más secreto y no se imagina usted cuántos secretos guardan esas viejas casas...
Rainer Maria Rilke, Dos relatos praguenses (1899)


Atravesé el puente de piedra con sus estatuas de santos y la de Juan Nepomuceno en pie. El río espumaba de odio contra las pilastras. En un duermevela, mi mirada cayó sobre la hundida cerámica de Santa Lutgarda con los tormentos de los condenados: la nieve recubría de un espeso cojín los párpados de los penitentes y las cadenas de sus manos elevándose implorantes al cielo...
Gustav Meyrink, El Golem (1915)


Esta sería una buena ocasión, se dijo, de dejarme llevar por la desesperación, si me encontrase aquí por efecto de la casualidad y no por mi voluntad
K. en El Castillo, Franz Kafka (1926)

Hay lugares mágicos en los que uno se perdería de vez en cuando. Los transitaría de un lado a otro en soledad, al amanecer o con el crepúsculo, entre brumas y sombras. Con tan sólo el ruido de las caudalosas aguas del Moldava y de los susurros fantasmales de los ecos del pasado. Algunas voces hablarían de tragedias, como la del vicario de Nepomuk que tiraron al río, según la leyenda, por conservar secretos que nunca debían ser revelados. Hablarían de las batallas libradas, como la de los husitas o las de los suecos, con sus motines y saqueos. De defenestraciones, de masacres, de traiciones, de mentiras y desengaños. Pero también, por qué no, otras voces hablarían de la esperanza por lo inalcanzable y de los sueños que quieren asemejarse a la luz.

4 comentarios:

La Pecera dijo...

Excelente. Qué preciosa conjugación de la letra y la imagen.

Manolo Marín dijo...

No se si la entrada la hiciste antes o después de conocer el fallecimiento de Václav Havel, el presidente checo, el héroe de la libertad. De una manera u otra, un pequeño homenaje. :)

Wunderkammer dijo...

Muchas gracias, Juan Antonio. Mi inestimable guía de viaje me ha servido de apoyo. Tres veces he estado en Praga y siempre procuraba visitarlo en más de una ocasión para llevarme un poco de su magia.

Manolo, llevaba dándole vueltas a la entrada hace tiempo e incluso iba a aprovechar el puente de la Inmaculada para hablar de mis puentes favoritos. Pero curiosamente me levanté con la inspiración el 18, el mismo día que murió Václav Havel, al que siempre tuve admiración. Descanse en paz.

Manolo Marín dijo...

Vaya :( "Embargado el puente de Carlos en Praga por impago del Ayuntamiento"

http://www.lavanguardia.com/economia/20120123/54245273625/embargado-puente-carlos-praga-impago-ayuntamiento.html