Call Life: though unreal shapes be pictured there,
And it but mimic all we would believe
With colours idly spread,—behind, lurk Fear
And Hope, twin Destinies; who ever weave
Their shadows, o’er the chasm, sightless and drear.
I knew one who had lifted it—he sought,
For his lost heart was tender, things to love,
But found them not, alas! nor was there aught
The world contains, the which he could approve.
Through the unheeding many he did move,
A splendour among shadows, a bright blot
Upon this gloomy scene, a Spirit that strove
For truth, and like the Preacher found it not.
Perceval Shelley (1792-1822)
Hablaba en la entrada anterior de la película El velo pintado de John Curran (2006), protagonizada por esos dos grandes actores que son Edward Norton y Naomi Watts, que además son sus productores ejecutivos.
Hace poco Eme dedicaba una entrada en su bitácora a esta película. Como allí decía, hacía muchos años que había visto la versión de 1934 de Richard Boleslawski protagonizada por Greta Garbo. He estado viendo algunos fragmentos en Youtube y ella está fantástica, tanto por su original vestuario como por su interpretación de una fría Kitty Fane. También llaman la atención los escenarios de estudio y algunas imágenes de fondo o segunda unidad, rodadas en China, que sirvieron para otras películas.
Cuando vi en el cine la versión moderna no recordaba nada de la película en blanco y negro ni tampoco había leído la novela de William Sommerset Maugham (1874-1965). Así que me gustó mucho, tanto por la magnífica banda sonora de Alexandre Desplat como por la fotografía de Stuart Dryburgh, con los sugerentes escenarios de la provincia china de Guangxi. Mi espíritu empedernidamente romántico disfrutó con la historia de amor de un matrimonio de conveniencia con los convencionalismos propios (y valga la redundancia) de época victoriana tardía que terminan enamorándose. Y sobre todo el proceso de maduración y casi humanización de la protagonista femenina.
A continuación leí el libro de Sommserset Maugham que fue escrito en 1925. Hacia la mitad del libro me daba cuenta que tomaba un giro diferente y que no era igual. La historia es mucho más amarga y los personajes “reales” estaban más endurecidos. Walter Fane no tenía tanto protagonismo y su resentimiento era mucho mayor. Por supuesto, no existía el perdón. Me chocaba que el personaje de Kitty pudiera volver a caer en los brazos de Charlie Townsed.
Pero como he leído en el blog de Bina 007, la versión actual entra en cuestiones sociales en las que no entra la novela, como las motivaciones del colonialismo o de las misiones católicas. En ese sentido es más posmoderna, por la inclusión de la “angustia liberal postcolonial” pero no lo tiene al incluir una reconciliación romántica de los personajes. En la novela de Maugham la protagonista no queda conforme ni curada tras la experiencia, todo lo contrario, su enfado con el mundo es mucho mayor. Tiene una hija, que no un hijo, y lo que desea para ella es que sea tan fuerte e independiente como cualquier hombre. Así pues, en ese aspecto la película no es tan moderna (¿postmoderna?): “There are no dreams of female emancipation”.
Hace poco Eme dedicaba una entrada en su bitácora a esta película. Como allí decía, hacía muchos años que había visto la versión de 1934 de Richard Boleslawski protagonizada por Greta Garbo. He estado viendo algunos fragmentos en Youtube y ella está fantástica, tanto por su original vestuario como por su interpretación de una fría Kitty Fane. También llaman la atención los escenarios de estudio y algunas imágenes de fondo o segunda unidad, rodadas en China, que sirvieron para otras películas.
Cuando vi en el cine la versión moderna no recordaba nada de la película en blanco y negro ni tampoco había leído la novela de William Sommerset Maugham (1874-1965). Así que me gustó mucho, tanto por la magnífica banda sonora de Alexandre Desplat como por la fotografía de Stuart Dryburgh, con los sugerentes escenarios de la provincia china de Guangxi. Mi espíritu empedernidamente romántico disfrutó con la historia de amor de un matrimonio de conveniencia con los convencionalismos propios (y valga la redundancia) de época victoriana tardía que terminan enamorándose. Y sobre todo el proceso de maduración y casi humanización de la protagonista femenina.
A continuación leí el libro de Sommserset Maugham que fue escrito en 1925. Hacia la mitad del libro me daba cuenta que tomaba un giro diferente y que no era igual. La historia es mucho más amarga y los personajes “reales” estaban más endurecidos. Walter Fane no tenía tanto protagonismo y su resentimiento era mucho mayor. Por supuesto, no existía el perdón. Me chocaba que el personaje de Kitty pudiera volver a caer en los brazos de Charlie Townsed.
Pero como he leído en el blog de Bina 007, la versión actual entra en cuestiones sociales en las que no entra la novela, como las motivaciones del colonialismo o de las misiones católicas. En ese sentido es más posmoderna, por la inclusión de la “angustia liberal postcolonial” pero no lo tiene al incluir una reconciliación romántica de los personajes. En la novela de Maugham la protagonista no queda conforme ni curada tras la experiencia, todo lo contrario, su enfado con el mundo es mucho mayor. Tiene una hija, que no un hijo, y lo que desea para ella es que sea tan fuerte e independiente como cualquier hombre. Así pues, en ese aspecto la película no es tan moderna (¿postmoderna?): “There are no dreams of female emancipation”.
5 comentarios:
No he visto ninguna de las versiones, lo admito, pero esta última me daba un poco de girma. Me daba la impresión de ser una de esas películas "muy preparadas" para hacerse con algún Oscar y que al final, se quedó en nada si no recuerdo mal. En fin, tranquilamente, la veré cuando tenga ocasión.
Saludillos.
Yo he visto la versión más reciente y, la verdad, no me dijo nada. Y eso que estaba E. Norton.
Edward Norton fue productor y tuvo mucho que ver en la película. Fue él quien eligió al director y el que busco a Naomi Watts para hacer el papel de Kitty. También eligió al guionista y fue el responsable del giro que toma la historia.
He leído en algún blog de cine que Naomi Watts no está bien en esta película, que no termina de creerse este personaje y que de hecho se mostró reticente para hacerla (hasta he leído que querían a Nicole Kidman pero que fue Norton quien se empeñó en que fuera Naomi). Pero yo no estoy de acuerdo, yo creo que ella hace muy bien su personaje, y que si da la apariencia de que no se lo cree es precisamente por esa actitud ante la vida que tiene la protagonista femenina.
Naomi Watts me encanta y tiene muy buen olfato para elegir sus películas. Me gustó mucho en Mulholland Drive de Lynch y en Promesas del Este, además de en 21 gramos, of course.
Por cierto, que en esta película también estaba Liv Schreiber, novio de la actriz. Fue ella quien lo metió en la película.
El velo pintado me parece un buen melodrama, clásico en muchos de sus aspectos, empezando por la estupenda pareja protagonista. Siempre que se menciona a Somerset Maugham, salta el reflejo de "El filo de la navaja", y la adaptación de Edmund Goulding, con un reparto insuperable. También trata de crisis personales en lugares remotos, búsquedas y demás asuntos capitales que olvidamos/recordamos en películas como esta.
Saludos
P.
Durandarte, leyéndole he recordado también El cielo protector. Por eso no he podido evitar dedicarle una entrada. Gracias por la inspiración ;)
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