lunes, 31 de octubre de 2011

La bruja de la impecable melena

No me gusta Halloween...
Ni las brujas, ni las historias de terror...
Pero siempre me gustó el cine clásico... 
Y la melena de Veronica Lake.

Me casé con una bruja (I Married a Witch, René Clair, 1942)

domingo, 30 de octubre de 2011

Venezia en Senso

"Venecia, donde nunca había estado y que tanto había deseado ver, me hablaba más a los sentidos que al alma: sus monumentos, cuya historia no conocía y cuya belleza no entendía, me importaban menos que el agua verde, que el cielo estrellado, que la luna plateada, que los atardeceres dorados y sobre todo menos que la góndola negra en la que, tendida, me abandonaba a los más voluptuosos caprichos de la imaginación. En los arduos calores de julio, al final de un día de fuego, una brisa fresca me acariciaba la frente mientras iba en barca entre la Piazzetta y la isla de Santa Elena, o más lejos, hacia Santa Isabel y San Nicolò del Lido; aquel céfiro impregnado del acre aroma salobre que me reanimaba los miembros y el espíritu, parecía susurrar a mis oídos los férvidos misterios del verdadero amor. Metía el brazo desnudo en el agua hasta el codo, mojando la puntilla que adornaba la manga corta; luego miraba cómo me caían una a una las gotas de las uñas y parecían brillantes purísimos. Una tarde me quité el anillo, regalo de mi marido, en el que brillaba un gran diamante y lo tiré a la laguna, lejos de la barca: era como si me hubiera casado con el mar."
Senso (Camillo Boito, 1882)

Senso de Luchino Visconti (1954), trailler original en italiano. Las escenas venecianas aquí.

sábado, 22 de octubre de 2011

Cocineros de cine

Una muy buena amiga mía siempre dice que si se volviera a casar lo haría con un cocinero... 
 Clint Eastwood
James Stewart conservaba el tabaco en el frigorífico
 Gary Cooper... inspeccionando más que cocinando
 Dean Martin y John Wayne... intentándolo
 Frank Sinatra comiéndose un mísero sandwich en un su cocina altamente equipada
 John Turturro, que se niega a tener amigos que no disfruten con la comida
 Johnny Depp en su cocina... ¿cocinero? Mmm...
 Bradley Cooper protagonista de la serie de la Fox Kitchen Confidential
Paul Newman cocinando sin pantalones. 
Parece ser que fue el mejor de todos ellos...

lunes, 17 de octubre de 2011

Lo más simple

"La forma más simple no es siempre la mejor pero lo mejor siempre es lo más simple"
Heinrich Tessenow, arquitecto alemán (1876-1950)
Al hilo de la entrada anterior

domingo, 16 de octubre de 2011

Las huellas de lo ausente

"El estilo de Ozu es de una parquedad extrema (...). La extrema reducción de los motivos de su cine hacen pensar, también, en el trabajo del arquitecto Heinrich Tessenow, con quien Ozu comparte el aprecio por una concepción artesanal del arte y del mundo, así como una inclinación por un estilo pausado, desnudo y ritual.
En realidad, lo que acerca entre sí a artistas culturalmente tan distantes como Tessenow, Morandi y Ozu es, ante todo, su condición solitaria y apartada, su estar al margen de las modas y las corrientes dominantes, su insistencia en repetir una y otra vez los mismos elementos, haciendo crecer su obra no tanto en extensión cuanto en profundidad. En todos ellos, tras unas formas que pueden parecer inocuas, se esconde una mirada perturbadora y corrosiva. La actitud despojada de Ozu, su radical inactualidad, da como resultado un cine terso, palpitante, que alcanza una absoluta serenidad y transparencia. Viene a la mente la frase que Paul Valéry escribió en una carta dirigida a F. Brunot: "Hace falta más espíritu para prescindir de una palabra que para emplearla"(...)
A través de los planos vacíos, Ozu crea entre el espectador y el relato un nexo ajeno a la dramaturgia, un elemento neutro en apariencia, capaz de provocar, a la vez, distancia e intimidad. Con este procedimiento elíptico, se evocan situaciones o aspectos que no se muestran explícitamente, o se subraya la importancia de lo que no se dice, de lo que no acontece. De este modo se revelan las huellas de lo ausente. Lo curioso es que el cine de Ozu pretende estar ceñido a la crónica de lo cotidiano, ateniéndose estrictamente a los aspectos inmanentes de la realidad, a lo que podríamos denominar la prosa del mundo. (...)
El inventario de lo cotidiano se convierte, entonces, en una invocación espiritual."
Carlos Martí Arís, Silencios elocuentes (2002)

Yasujiro Ozu (12 de diciembre de 1903-12 de diciembre de 1963), Banshun (Primavera Tardía, 1949)

sábado, 15 de octubre de 2011

La legión del águila

Hago un rápido repaso por la Wunderkammer y veo que este año no he sido muy prolija en crítica cinematográfica. Así que intento recordar las películas que más me han gustado y veo que The Eagle estaría seguro dentro de la lista. Si quedó en la memoria es porque hubo alguna razón por la que mereció la pena. Leyendo ahora las críticas veo que el director, Kevin McDonald es quien dirigiera El último rey de Escocia o que el estupendo Jamie Bell (Billy Elliot) interpreta el papel del esclavo, Esca.
Recuerdo un film de aventuras correcto, con dosis de western y road movie. Una película aparentemente de amistad aunque también podríamos haber dicho de amor, porque está llena de tensión sexual todo el rato (¡demonios! si tenía alguna duda la frase final lo clarificó todo). La película está basada en un libro juvenil de Rosemary Sutcliff de 1954 que no me importaría leer si cayese en mis manos.
Después de los fiascos de películas de romanos de los últimos tiempos, la historia del joven centurión y su esclavo que van a la búsqueda del honor perdido por las tierras del norte bien merece la pena de dos valiosas horas de un fin de semana. Siempre es mejor en la oscuridad de una sala de cine pero también es recomendable para una tarde de sofá delante del televisor. Si la viste ¿te gustó?

martes, 11 de octubre de 2011

No demos al dolor más territorio

No demos al dolor más territorio
ya bien ves, corazón, que no se sacia.
Vuelve tus cantos a lo alegre: hacia
el adentro cordial de tu sensorio.


Vuelve a tu infantil interrogatorio
con el mar, con la aurora, con la acacia,
con el paisaje vario, que se espacia
bajo un cielo perenne e ilusorio.


Aún se dora la tarde de limones
mientras la acequia entre la yerba canta
a viva voz, a claros borbotones.


Despierta, corazón; anda, levanta
el dormido caudal de esas canciones
que te afloran del pecho a la garganta.


Francisco Sánchez Bautista, A modo de glosa (soneto XXIV), 1963



Amor mío, si muero y tú no mueres,
no demos al dolor más territorio
amor mío, si mueres y no muero,
no hay extensión como la que vivimos.

Polvo en el trigo, arena en las arenas
el tiempo, el agua errante, el viento vago
nos llevó como grano navegante.
Pudimos no encontrarnos en el tiempo.

Esta pradera en que nos encontramos,
oh pequeño infinito! devolvemos.
Pero este amor, amor, no ha terminado,

y así como no tuvo nacimiento
no tiene muerte, es como un largo río,
sólo cambia de tierras y de labios.

Pablo Neruda, Cien sonetos de amor, soneto XCII (1959)

Imagen 1: Almela Costa (1900-1989), Crisantemos.
Imagen 2: Pedro Cano (1944)

domingo, 9 de octubre de 2011

El viento

"The winds were cruel to women that came under their tyranny. They were at them ceaselessly, buffeting them with icy blasts in winter, burning them with hot breath in summer, parching their skins and roughening their hair, and trying to wear down their nerves by attrition, and drive them away. (...) How could a frail, sensitive woman fight the wind? How oppose a wild, shouting voice that never let her know the peace of silence?- a resitless force that was at her all the day, a naked, umbodied wind- like a ghost more terrible because invisible--that wailed to her across waste places in the night, calling to her like a demon lover? "
The wind (Victor Sjöström, 1928). Protagonizada por Lillian Gish. Adaptación de una novela de Dorothy Scarborough de 1925. Uno de sus directores artísticos fue el gran Cedric Gibbons.

sábado, 8 de octubre de 2011

En la tierra de nadie

En la tierra de nadie, sobre el polvo
que pisan los que van y los que vienen,
he plantado mi tienda sin amparo
y contemplo si van como si vuelven.

Unos dicen que soy de los que van,
aunque estoy descansando del camino.
Otros «saben» que vuelvo, aunque me calle;
y mi ruta más cierta yo no digo.

Intenté demostrar que a donde voy
es a mí, sólo a mí, para tenerme.
Y sonríen al oír, porque ellos todos
son la gente que va, pero que vuelve.

Escuchadme una vez: ya no me importan
los caminos de aquí, que tanto valen.
Porque anduve una vez, ya me he parado
para ahincarme en la tierra que es de nadie.

Carmen Conde, En la tierra de nadie (1960)
Granadina, Hermenegildo Anglada Camarasa (1914)
Actualmente en exposición en el Museo de l'Orangerie de París

viernes, 7 de octubre de 2011

Olvidarse de uno mismo

"¿Lee mucho, Bernie?
- Cada vez más -reconocí-. Para mí, es como irse a la legión francesa: lo hago para olvidar. Para olvidarme de mí mismo, me parece." (...)
"[B. Gunther]: Hablas de la verdad como si tuviese algún sentido, pero cuando me la tiras a la cara no es más que un puñado de arena. No es la verdad en absoluto. Al menos, no la que yo quisiera oír. No la tuya. No nos engañemos, ¿de acuerdo?" (...)
Si los muertos no resucitan, ¿qué pasa con el espíritu del hombre? Y si resucitan, ¿con qué cuerpo volvemos a la vida? No tenía respuestas para eso. Nadie las tenía. Si los muertos resucitasen y fueran incorruptibles y yo pudiese cambiarme por otro en una abrir y cerrar de ojos, puede que, sólo por morir, valiera la pena dejarme matar o quitarme la vida.
Detective Bernie Gunther. En Si los muertos resucitan de Philip Kerr (2009).

Filmando sueños extraños

Por favor, no invadas mi sueños. 
Quiero dormir.
He dicho.
Light switch
Man switch
Film was broken only then
All the night
Fused tomorrow
Dancing with a distant friend

Filming and screning
I picture the scene
Filming and dreaming
Dreaming of me

So we left
Understanding
Cleancut so we're sounding fast
Talked of sad
I talked of war
I laughed and climbed the rising cast

Quickly I remembered
Fused and saw a face before
Timing reason
Understanding
Like association whore
Dreaming of Me, Depeche Mode (Speak and Spell, 1981)

jueves, 6 de octubre de 2011

Berlín, fantasía urbana

Berlín, sinfonía de una gran ciudad de Walter Ruttmann (1927). 
Todo un placer poder verla en la Neue Nationalgalerie este verano.
“Sinfonías en las que la metrópoli imponía su ritmo, su fascinante trazado y daba cobijo a la muchedumbre hormigueante, la masa, una de las acuciantes preocupaciones de los filósofos de la época (…) la ciudad se convertía en una auténtica cadena de montaje, de velocidad, y la música sinfónica garantizaba un estilo de orquestación que afinara los distintos instrumentos en su diapasón” (Vicente Sánchez-Biosca)

sábado, 1 de octubre de 2011

La carta

Se interrumpió, jadeante. Una mezcla inaudita de crueldad, rabia y dolor desfiguraba su rostro, que no parecía humano. ¡Quién podía imaginarse que una mujer tan serena, tranquila y refinada fuese capaz de una pasión así! Mr. Joyce retrocedió un paso. Atónito, se la quedó mirando. Aquello no era un semblante, sino una máscara odiosa. Oyeron una voz que llamaba desde otra habitación, una voz fuerte, alegre y amiga. Era Mrs. Joyce. 
- Ven Leslie... Ya está preparada tu habitación. Debes de estar muriéndote de sueño.
Las facciones de Mrs. Crosbie fueron serenándose poco a poco. Las pasiones que se retrataban tan claramente en su rostro se desvanecieron como se estira un papel arrugado, y al cabo de unos instantes su rostro ofrecía la franca y serena expresión de siempre. Estaba un poco pálida, pero sus labios se curvaban con una afable y atrayente sonrisa. Era una vez más la mujer distinguida y bien educada de siempre.
- Ya voy, Dorothy querida. No sabes cuánto siento molestarte de esta manera.
Fin
La carta (William Somerset Maugham, 1929)

Aquí abajo dos interpretaciones. Fantástica la de Jeanne Eagels, nominada al Oscar aquel año con carácter póstumo. Murió a los treinta y nueve años por una sobredosis de heroína. Su foto, que da inicio a la entrada, fue tomada en 1921. En 1957 Georges Sidney dirigió una película basada en su vida protagonizada por Kim Novak.
La Carta (1929, Jean de Limur)

La carta (1940, William Wyler)