Pequeño homenaje a las Meninas. Ramón Gaya
El arte en interiores es un buen inquilino
(siempre tu cortesía cerca del forastero).
La belleza en los lienzos, las hermosas palabras,
y el alivio en la pena de quienes, suplicantes,
piden benevolencia con sus versos.
El Museo es la casa, y tiene guardador,
que prudente vigila la gozosa aventura.
Adelanto mi adiós. Nada se acaba...
(...)
Recordaré, sin duda, tanta gracia
desde el otro lugar que la esperanza aloja:
los años compartidos, la amistad procurada,
con el respeto fiel de la constancia.
Un impulso creciente enaltece lo dado
para que el tiempo ampare con amor,
y sean duraderas las reliquias del arte.
Dionisia García, El guardador (Abril, 2010)