Hoy no me ha tocado ver Cómo entrenar a tu dragón aunque el otro día sí vi Cazadores de dragones, una película franco-alemana de 2008 dirigida por Arthur Qwak y Guillaume Ivernel. Lo mejor de todo fue el espectacular diseño de esos mundos flotantes en perennes atardeceres llenos de magia. O el original dragón zampamundos que deglute imaginarias arquitecturas que van como a la deriva. Los personajes no es que sean tan originales aunque a los niños parece que les gusta la crédula Zoe, el descarado Gwizdo y el gigantesco y buenazo de Lian-Chu.
lunes, 29 de marzo de 2010
sábado, 27 de marzo de 2010
Qué casas
Hay que ver las casitas tan estupendas que aparecen en algunas de las películas que he visto últimamente. Y algunas se supone que pertenecen a profesores universitarios, como la del protagonista de The Single Man (Tom Ford) o la del personaje que interpreta Tom Wilkinson en The Ghost Writter (Roman Polanski). Lo que ejemplifica la diferente consideración que existe sobre esta profesión en los Estados Unidos con respecto a España. Aunque en esta última película, que pude ver ayer, la protagonista es la casa propiedad de un ex-primer ministro inglés, que no profesor, que encarna Pierce Brosnan (encantador aunque con su lado oscuro, a lo Clinton y a lo Blair). Una casa abierta a la naturaleza, en medio de un paraje desierto de playa en la elitista isla de Martha's Vineyard, aunque opresiva para su protagonista, un escritor (Ewan McGregor) que tiene que continuar con la biografía del político dado que su antecesor acaba de morir en extrañas circunstancias.
La casa del profesor interpretado por Colin Firth en la película de Tom Ford es mucho más cálida aunque el orden que refleja sea algo inverosímil por exagerado, aunque siempre podría ser posible. Una típica prairie house a lo Frank Lloyd Wright, con chimena central, en madera y paneles de cristal. A esta película se le achaca el que parezca un anuncio de larga duración o un vídeo-clip alargado. A mí me gustó mucho y dejé que la mirada se recreara en la estética impecable del famoso diseñador neoyorquino. Sobre todo en el estupendo profesor, un Colin Firth mucho menos flemático de lo habitual, atormentado y eternamente enamorado, hastiado de una vida de la que ya no espera nada (ay, cómo se le ocurre dejar pasar a ese espectacular Jon Kortajerena...).
He leído por ahí que tanto The Ghost Writter como The Shutter Island tienen en común el ser pratonizadas por hombres jóvenes encerrados en islas de la costa de Massachusetts además de dirigidas por dos de los más grandes directores cinematográficos de los años setenta, Polanski y Scorsese. Y lo son. En el caso de la película de Polanski se trata de un thriller político, que mantiene muy bien el suspense (aunque enseguida se detecta quién es el malo). Políticamente no se sustenta demasiado, o al menos a mí me lo parece, pero la intriga está bien asegurada. Los secundarios tienen brillantes apariciones, como Eli Wallach, Tom Wilkinson, Kim Catrall o Timothy Hutton. Así que se puede recomendar.
En fin, ¿para cuándo casitas tan estupendas para los profesores universitarios? Para nunca, claro, porque esto seguirá de mal en peor.
sábado, 20 de marzo de 2010
Comienzos de la primavera
Primavera precoz, Guo Xi (1072) Museo de Taipéi
Hay pasajes pintados que atravesamos o contemplamos; otros en los que podemos pasear; otros también en los que quisiéramos permanecer o vivir. Todos estos paisajes logran el grado de excelencia.
No obstante, aquellos en los que quisiéramos vivir son superiores a los demás (...)
Tal es el deseo provocado por la pintura. Anhelamos tomar el sendero que serpentea a través del humo azulado, o echar una mirada al reflejo del ocaso en el río apacible; quisiéramos vivir la experiencia de los ermitaños en su retiro en el corazón de la montaña, o paseamos entre las rocas surgidas de los acantilados empinados. La pintura debe suscitar en quien la contempla el deseo de estar en ella; y la impresión de lo maravilloso que genera la rebasa, la trasciende.
Guo Xi, El alto mensaje de los bosques y de las fuentes
viernes, 19 de marzo de 2010
Gilbert y George
La semana pasada estuve en Málaga y aproveché para visitar el Centro de Arte Contemporáneo. La primera parada fue en la librería, pues es siempre la mejor experiencia en estos casos y, por supuesto, compré varios libros. También vi la exposición que estaba programada en aquel momento, Jack Freak Pictures de los británicos Gilbert y George. Las fotografías eran espectaculares por su formato pero no me llamaron la atención, o al menos no tanto como ver a la pareja en acción en un vídeo que hicieron en 1980 de más de sesenta minutos (aunque sólo vi unos cuantos). No obstante, ellos se hicieron famosos en los años setenta del XX por hacer de esculturas vivientes en las galerías de arte y por su peculiar mirada hacia/a lo "brit". Lo mejor fue verlos bailar. Aunque ojeando los vídeos más actuales que hay colgados en Youtube veo que han perdido un poco el ritmo.
domingo, 7 de marzo de 2010
El hogar
No se ha puesto el sol todavía
y aún no ha empezado la feria
que han montado en la ribera.
Pensé que había perdido
todo mi tiempo y mis monedas;
pero no, hermano mío, algo me resta aún.
La suerte no me lo ha quitado todo.
He acabado mi negocio.
Están hechas las cuentas
y regreso a mi hogar.
¿Qué he de pagarte, guardián?
Tranquilízate, algo me resta aún.
La suerte no me lo ha quitado todo.
Se ha detenido el viento
y las nubes oscuras y bajas del crepúsculo
no anuncian nada bueno.
El agua espera callada el vendaval.
Voy a pasar al otro lado del río
pues tengo miedo de que caiga la noche.
¿Me pides el dinero de¡ viaje, barquero?
Sí, hermano mío, algo me resta aún.
La suerte no me lo ha quitado todo.
Un mendigo se ha sentado
a la vera del camino debajo de un árbol.
Me mira esperando con timidez.
Es muy posible que crea que llevo mucho dinero.
Sí, hermano mío, algo me resta aún.
La suerte no me lo ha quitado todo.
Ya ha caído la noche
y se ha desvanecido el camino desierto.
Brillan las luciérnagas en medio de las frondas.
¿Quién me andará siguiendo en silencio,
ocultándose si me vuelvo a mirar?
¿Quieres robarme, verdad?
Pues no te marcharás con las manos vacías,
pues algo me resta aún.
La suerte no me lo ha quitado todo.
Luego, cuando a medianoche llego a mi casa
con la bolsa sin nada,
tú me estas aguardando a la puerta,
con un mirar ansioso,
insomne y silenciosa; y te echas en mi regazo
como un tímido pájaro, llena de amor.
Sí, sí, ¡Dios mío! ¡Cuánto me resta aún!
¡La suerte no me lo ha quitado todo!
Rabindranath Tagore, "El hogar".
martes, 2 de marzo de 2010
La parte por el todo VII
Se trata de averiguar el nombre del famoso ilustrador y dibujante... Lo mismo es muy fácil para Sushi de Anguila, que es un verdadero experto en la materia (bueno, ¿y de qué no lo es?). Suerte.
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