lunes, 22 de febrero de 2010

La introducción de Shutter Island

Lo que más me ha gustado de la película Shutter Island es la brillante introducción con la llegada a la isla de los dos guardias judiciales a través de una travesía en barco. La banda sonora es muy inquietante y me ha recordado al tema Dazzle Ships de los OMD, que adjunto aquí y que nunca hubiera pensado que existía en Youtube. Pertenece al álbum más experimental de Maniobras Orquestales en la Oscuridad y está muy bien realizado puesto que va indicando la procedencia de los extraños ruidos que se van escuchando. De un submarino, por cierto, y además de una de mis películas favoritas de siempre, Das Boot (1981, Wolfgang Petersen).
Pero volvamos de nuevo a la película de Martin Scorcesse, aunque poco más reste por decir. A pesar de su corrección y de la buena fotografía termina haciéndose aburrida y, tal y como han dicho los críticos, es muy previsible. Algunas escenas oníricas tienen su aquel y hasta tienen reminiscencias hitchcocknianas. Es más, al salir del cine hasta he llegado a imaginar en cómo hubiera rodado la película el mismo Alfred Hitchcock.
Todo el tiempo me he estado acordando de un libro que me leí hace millones de años, Los renglones torcidos de Dios de Torcuato Luca de Tena, del que prácticamente no recuerdo nada y que me encantaría releer. Como en el cine te dan un folletito con el primer capítulo del libro en el que se basa la película -escrita en 2003 por Dennis Lehane-, incluyo un párrafo que me ha llamado la atención:

Hace más de veinte años que no pongo los pies en la isla; sin embargo, Emily afirma (algunas veces de broma, otras en serio) que no está muy segura de que jamás me haya marchado de allí. Una vez me dijo que para mí el tiempo es sólo una colección de puntos de libro que utilizo para avanzar y retroceder en el texto de mi vida, y así poder regresar una y otra vez a los acontecimientos que me marcaron, a los ojos de mis colegas más inteligentes, como si tuviera todas las características del típico melancólico. (...)
Últimamente pierdo las cosas con demasiado frecuencia, especialmente las gafas, y también las llaves del coche. Entro en las tiendas y me olvido de lo que quería comprar, salgo del teatro y soy incapaz de recordar lo que acabo de ver. Si es cierto que para mí el tiempo es una colección de puntos de libro, entonces me siento como si alguien hubiera sacudido el libro, y como si esas amarillentas tiras de papel, las tapas rasgadas de las cajas de cerillas y los palitos para remover el café, hubieran caído al suelo, y como si las cubiertas manoseadas hubieran sido alisadas.

domingo, 21 de febrero de 2010

There is a House in New Orleans




Leo ahora, tras muchos años de adorar esta canción, la curiosa historia de The House of the Rising Sun de The Animals (1964). Siempre la creí propia de aquella década contestataria de los sesenta, cuando en realidad es una melodía folk estadounidense que se remonta al siglo XIX. Puede interpretase desde la perspectiva de un hombre, como hacen los británicos The Animals o de una mujer, como lo hacía Joan Baez que la cantaba ya en 1959  (There is a house in New Orleans they call The Risin' Sun / And it's been the ruin of many a poor girl And, God I know I'm one / If I had listened what mamma had said, I'd 'a' been bt home today / Being so young and foolish, a rambler lead me astray).
Arqueólogos e historiadores han rastreado el origen de la casa citada en la canción en la ciudad de Nueva Orléans. La foto incluida aquí corresponde a la situada entre los números 826 y 830 de la calle St. Louis y era un burdel regentado por Madame "LeSoleil Levant" entre 1862 y 1874. Aunque en 1820 existía en el barrio francés un hotel que se quemó y que se llamaba Rising Sun.
Los folcloristas que han estudiado la canción han señalado que el origen de la melodía es inglés. La letra ha variado en numerosas ocasiones, como ocurre con casi todas las canciones populares, por lo que puede cantarla una prostituta que acaba en un burdel o simplemente una mujer que tiene que trabajar para mantener a un marido que le da mala vida. Cuando la canta un hombre la letra se refiere a su vida disipada como jugador o borracho e incluso podía hablar del trabajo de los esclavos en las plantaciones.
Vaya ignorancia la mía... y la de cosas que se aprenden todos los días.

There is a house in New Orleans
They call the Rising Sun
And it's been the ruin of many a poor boy
And God I know I'm one
My mother was a tailor
She sewed my new bluejeans
My father was a gamblin' man
Down in New Orleans
Now the only thing a gambler needs
Is a suitcase and trunk
And the only time he's satisfied
Is when he's on a drunk
Oh mother tell your children
Not to do what I have done
Spend your lives in sin and misery
In the House of the Rising Sun
Well, I got one foot on the platform
The other foot on the train
I'm goin' back to New Orleans
To wear that ball and chain

The Animals (1964)



domingo, 14 de febrero de 2010

La parte por el todo VI

"Un montón de ruinas es todo lo que hoy queda de la ciudad (...) Si un viajero hubiera querido deleitarse con la vista que se disfrutaba desde el promontorio, le hubiera bastado asomarse a la muralla y, dejando la ciudad a su espalda, contemplar toda la bahía Nápoles, tan encantadora entonces como hoy. Hubiera podido contemplar una playa incomparable, el cono humeante, el cielo y las olas de un azul intenso profundo y, allá abajo, Ischia y Capri. De la una a la otra, hubiera llevado sus miradas a través de la límpida atmósfera, hasta que al fin, cansadas de tanto esplendor, porque también la vista se fatiga de lo bello, como el paladar de lo dulce, se habrían detenido en un espectáculo que al viajero de nuestros días no le es dable disfrutar: la mitad de la armada romana, anclada o de prácticas en el puerto".

Ahora les toca a ellos... el sombrero




Ni está ni se le espera me ha dado la idea de hacer una nueva serie de sombreros, esta vez dedicada a mis actores favoritos. Aunque seguro que se me ha escapado más de uno.
Algunos los he incluido porque son sombreros clásicos en la historia del cine. Se me han colado tres actrices pero no he tenido tiempo para pulirlo más. Y también algún actor ha hecho doblete. Pero, por lo general, creo que están casi todos.

martes, 9 de febrero de 2010

Los sombreros de Liz


Me pide Ana Trotagorros una entrada dedicada a los sombreros de Liz Taylor. No me puedo negar tras haber visitado su bitácora, todo un homenaje a esa prenda que en el fondo a todos nos gustaría llevar. No se pierdan en enlace a su blog, pues a buen seguro que salen convencidos de ser unos auténticos trotagorros.
Tras un rápido recorrido por la red he obtenido esta selección de la guapa actriz con sus sombreros y turbantes varios, algunos de ellos muy espectaculares y cinematográficos.
Aunque, por supuesto, como bien saben los que me visitan... me sigo quedando con Ava.