sábado, 30 de mayo de 2009

Que la verdad no es lo evidente



No quiero aún que me descubras
toda la verdad,

que la verdad no es lo evidente

sino su mitad.

Quiero mirarte
con los ojos
del amanecer,
como la noche mira el día

que tarda en nacer.


Qué bonita canción... aunque colgándola aquí me pregunto, como tantas veces... ¿vendrá el día en que tengamos que pagar un canon por guardar recuerdos y sensaciones en los estantes y cajones de nuestras Wunderkammern?


martes, 26 de mayo de 2009

Frágiles en Metrópolis


Aprovechando que mañana Lola Gracia estará con Roque Baños, estaba escuchando la música para películas del famoso compositor jumillano. Me he encontrado con esta joya en el youtube que quería compartir: un tema de Frágiles (Jaume Ballagueró, 2005) con imágenes de esa gran película del expresionismo alemán que fue Metrópolis (Fritz Lang, 1927).

La combinación es perfecta. Un tema inquietante y perturbador que sirve de banda sonora a ese difícil futuro que se vislumbra para un siglo después. Ahora el 2026 está cada vez más cerca y no parece que el mundo vaya a estar dividido en dos o, al menos, no de la forma que sugiere esta historia: uno terrenal, de propietarios e intelectuales y otro subterráneo, de proletarios. Más bien la historia se adelantaba a ese choque brutal de ideologías que supondría el estallido de la Segunda Guerra Mundial y la subsecuente Guerra Fría.

Aún así la distopía de Metrópolis todavía emerge con fuerza y su imaginario visual no ha perdido un ápice su capacidad de atracción. La solución la tenía Thea von Harbou, la mujer de Fritz Lang, autora de la novela en la que se basa la película: Mittler zwischen Hirn und Hand muss das Herz sein ("el corazón como mediador entre el cerebro y la mano"). Y el punto de unión entre ambos mundos en apariencia irreconciliables.


lunes, 25 de mayo de 2009

El latido de Debbie

Hace ya algún tiempo que no colgaba en la bitácora una de esas buenas canciones que sonaban en la década de los felices años ochenta. Hoy le toca el turno a la que en aquel entonces se llamaba Debbie Gibson, una chica con cara de niña buena y una gran voz. Mi tema favorito era la fantástica balada Foolish Beat (1987).

Hoy ha cambiado un montón... ahora se hace llamar Deborah y sobre todo ha actuado en conocidos musicales como La Bella y la Bestia o Grease. Aparece más ligerita de ropa, con una cara casi irreconocible y actúa en programas del tipo Operación Triunfo, por lo que es la equivalente a nuestra Nina (o viceversa).

En nuestra memoria siempre nos quedará el tonto latido de su corazón.

lunes, 18 de mayo de 2009

Libros, libros, libros



Me propone Ventimiglia seguir una cadena que consiste en responder una serie de preguntas sobre libros. Achopijo ya ha respondido valientemente al envite, así que voy a cumplir con la petición de tan ilustre blogger y a intentar responder a cada una de ellas.


Aunque tengo que confesar un pecado... Fui mejor lectora a los quince años que ahora, veinticinco años después... A esa edad fui muy disciplinada y me leí montones de libros de la literatura universal que consideraba imprescindibles para mi formación. Luego me pasé la vida estudiando y estudiando y especializándome por lo que, lo que más me apetecía cuando tenía tiempo, especialmente en los veranos, era leer novelas para desconectar, desde la policíaca a la romántica, como alguna vez he dicho.

¿Qué libro estoy leyendo? Pues como comentaba entradas más abajo me encuentro leyendo la serie Millenium del sueco Stieg Larsson. Aunque tengo más libros en danza, la verdad... Me comprometí a leer Drácula y lo tengo casi terminado pero no hay manera. También tengo en la estantería Middlemarch de Georges Elliot, pero necesita un nivel de concentración que ahora mismo no tengo, por lo que tendrá que esperar para el verano. Otro que me leo a ratos es Un plan de lectura para toda la vida de Clifton Fadiman y John S. Major, una selección de los libros que no nos debemos perder y que va haciendo un recorrido por toda la historia de la literatura.

Un libro que nunca terminaré En mi caso no es El Cuento Número Trece, de Diane Setterfield, porque la verdad es que lo leí en un santiamén en su momento y me gustó. Tiene elementos que hacen que irremediablemente me atraiga, como por ejemplo, que remite a la novela gótica inglesa, que recuerda mucho a las novelas de las Brontë (incluso a veces hasta es como un homenaje a éstas) y que tiene una trama de misterio. Tengo libros atragantados que no sé si terminaré, aunque no me gusta dejar los libros sin terminar. Ahora mismo estoy recordando El Ocho de Katherine Neville, que me lo han recomendado muchas veces pero que sin embargo no paso nunca de los primeros capítulos y eso que lo he intentado varias veces. La misma persona que me regaló El Cuento Número Trece también me regaló uno de Amy Tan. Pero con ese tampoco hay manera...

Un libro que me decepcionó Decepcionarme, decepcionarme... eso supone que esperaba algo más... pues ya que Ventimiglia cita El Guardián entre el Centeno, de J.D. Salinger, yo tengo que decir que esperaba algo más, que vaaale, está bien, pero... Lo leí sabiendo que era el favorito de un conocido y sé de su carácter mítico porque lo llevaba el asesino de John Lenon. También está en la letra de una canción de Spandau Ballet (Code of Love). Así que lo leí con grandes expectativas.

Un best seller que no tengo el más mínimo interés de leer Vid. el apartado "Un libro que me emocionó".

Un libro que me gustaría que me regalasen Me encanta que me regalen libros... Pero retomando lo que dice Ventimiglia escojo también un libro antiguo que he buscado muchas veces en tiendas de libros usados o antiguos y no encuentro. Se trata de El tiempo de los museos de Germain Bazin editado en 1969, una de las mejores historias de los museos que existe. Conseguí una copia porque lo pedí por préstamo interbibliotecario pero me muero por tener el original.

Un libro que me emocionó Aquí Ventimiglia ha escogido La Sombra del Viento, que también me gustó. También es verdad que va ligado a un recuerdo, lo estaba leyendo los días que descubrí que estaba embarazada y por lo que sea lo leí con una emoción especial. Se nota que Carlos Ruiz Zafón era escritor de libros juveniles porque su lectura me recordó a uno que me leí de pequeña que me gustó mucho... pero que no recuerdo el título. Por cierto, sí recuerdo el primer libro que me emocionó, que fue El principito. Yayo ha escogido El niño del pijama de rayas, libro que debería haber colocado en el apartado de best seller que no voy a leer... Soy demasiado emotiva y sé que lo voy a pasar mal y como que prefiero que no. Me imagino que será del estilo de La hora 25 de Virgil Gheorghiu, que menuda existencia de desgracias que le toca vivir al hombre o del El diario de Anna Frank. Ahora que lo pienso me emocionó mucho por lo tremendamente romántico Werther del gran Goethe.

Un libro pendiente que seguro que leeré algún día Tengo muchas ganas de leer En busca del tiempo perdido de Proust. Lo peor es que llevo muchos años diciendo que lo quiero leer, a ver si alguna vez va a poder ser. Tampoco me importaría, como a Ventimiglia, leerme los Episodios Nacionales, de Benito Pérez Galdós. Tengo en la estantería Lo que el viento se llevó, de Margaret Mitchell, lo compré tras leer Rhett, una "precuela/secuela", como se dice ahora, del libro anterior, muy bien escrito y que encaja muy bien en la historia de Mitchell, al contrario del de Scarlett, que se hizo antes y que es una auténtica bazofia. Quiero leer el libro Déjame entrar en el que se basa la película sueca... y ahora mismo tengo una lista de pendientes que crece por momentos. El otro día vi en mi despacho el libro que sobre Hitchcok hizo Truffaut... aquí cualquier día de estos se lo cojo a mi compañero (que me dio unas ganas de birlárselo en ese momento que no vean ustedes).

Un libro que me gustaría volver a leer Siempre leo y releo los libros de Jane Austen y los de las Brontë... No sé las veces que me habré leído Orgullo y Prejuicio, Emma, Jane Eyre, Cumbres Borrascosas... Muy propio de chicas, sí. También tengo pendiente de releer Rebeca de Daphne de Maurier, Bonjour, Tristesse de Sagan, Pepita Jiménez de Valera, 24 horas en la vida de una mujer de Zweig y muchas más (vale, vale, soy una romántica empedernida, qué se le va a hacer...). También quiero releer a Arthur Conan Doyle.

Un libro que recomendaría Suelo recomendar El amante del volcán de Susan Sontag. Sobre todo a los alumnos de coleccionismo y museología pero también a cualquier otro lector. Qué mujer la Sontag... Hace poco leí Estuche de muerte con una vena surrealista antelynchiana que me encantó, pero raro-raro. También en línea parecida, aunque con temática diversa, ya que se puede enclavar en una categoría de extraño western se encuentra Meridiano de Sangre de Cormack MacCarthy. Y ya de género policíaco últimamente recomiendo las novelas que ha escrito John Banville bajo el pseudónimo de Benjamin Black porque se leen pronto y te dejan muy buen sabor de boca.

Un libro que me sorprendió Cuando en su momento leí Las novelas ejemplares de Miguel de Cervantes, pues pensaba que me iban a costar trabajo y sin embargo me encantaron. Tuve que hacer un trabajo de literatura en su momento que me valió un 9'5 o así que era como una proeza en mi cole.

Y, bueno, confieso que me ha costado trabajo... porque sé que me dejo libros de los que me gustaría hablar. Y porque siempre me cuesta trabajo seleccionar. Y me niego rotundamente a escoger mis cinco libros y mi cinco películas favoritos.

Que todo aquel que le apetezca siga la cadena pero a ver si se animan mi querido Marinto, mis compañeros de Lecturas Reunidas (Athena, Rentero, Monedero, Pale Blonde), Tigretón, Javier Moñino, Durandarte y Lola. Sin compromiso.

Feliz día de los museos


Hoy, 18 de mayo, es el día internacional del museo. Una institución amada y denostada desde su misma creación a finales del siglo XVIII. Al menos el museo moderno tal y como hoy nos ha llegado hasta nuestros días.

Museo proviene del latín museum y del griego mouseion y su acepción originaria era casa o templo de las musas, las nueve divinidades protectoras de las artes, hijas de Mnemosyne, la memoria. Se les suele representar junto al dios Apolo, danzando en círculo, a su alrededor, de ahí que desde el punto de vista arquitectónico el templo donde se les da culto tenga planta circular. Todavía hoy los grandes museos tienen una rotonda central, en recuerdo de ese sentido primigenio, aunque también estén inspirados en el mítico Panteón romano. Así lo tuvieron en cuenta los grandes arquitectos del neoclasicismo, desde el mismo Villanueva en el Prado (aunque la rotonda quede en un lateral), hasta Camporesi en el Vaticano o el gran Schinkel en Berlín.

También en la Antigüedad la palabra museo se utilizó para denominar al mítico Mouseion de Alejandría, una gran universitas donde se reunieron los grandes sabios, así como todo el saber. Todavía no se utilizaba el término para denominar aquel lugar donde se conservaran o expusiesen colecciones.

Incluso en el Renacimiento todavía se utilizaba el término para asignar a una reunión de sabios presidida por las musas como protectoras de las artes, que facilitasen la inspiración. Aunque por fin comenzó a utilizarse con la acepción actual, como ocurrió con el Museo Mediceo o el del humanista Paolo Giovio. También quedaba ligado a la memoria: un lugar de conmemoración de hechos o personajes ilustres, como el espectacular museo proyectado en el XVIII por el francés Boullée.

En realidad, el museo moderno es la suma de dos conceptos: el museo ilustrado o de la razón, que nace para poner a disposición del público una colección privada, y el museo revolucionario o de la culpa, el que surge tras hechos vandálicos o desamortizaciones, para dar lugar o destino a un patrimonio descontextualizado.

Aún así, las musas siguen estando presentes en la raíz misma de los museos.

¡Feliz día de los museos!

P.D. Hoy firmamos esta entrada conjuntamente la que suscribe, Wunderk, así como el señor Denon Wunderk, porque el acontecimiento así lo merece.

Campillo (1925-2009)


Antonio Campillo (29 de junio de 1925 - 16 de mayo de 2009)

Foto: Pedro J. Pacheco

Dejé esta entrada en abierto, de forma provisional, porque el ilustre artista murciano que nos ha dejado merecía unas palabras. Coloqué tan sólo una fotografía porque ciertamente una imagen vale más que mil palabras y como historiadora del arte así lo creí siempre. Y la imagen de la fotografía habla por sí sola del arte y del buen hacer del escultor. Pero mucho mejor si las imágenes van acompañadas de buenas palabras.

Por ello enlazo dos de los textos que se le han ido dedicando estos días, como el que habla de su biografía y obra escrito por Pedro Soler, para conocer mejor al artista, así como el realizado por Santiago Delgado, muy lírico y emotivo, bajo el título "Subida a los cielos de Antonio Campillo".

Y quizás cuando tenga la cabeza menos inundada por el artista sobre el que trabajo y sobre el que ultimo su museo, le dedicaré algunas palabricas más mías.

Feliz 18 de mayo a todos los que por un casual leáis mi Wunderkammer. Feliz día internacional de los museos, que me ha pillado con muchísimo trabajo interno, a la espera de que en breve pueda ver la luz. Dentro de muy poco... ojalá... cruzo los dedos.

sábado, 16 de mayo de 2009

Ángeles, demonios y un tanto de Larsson



Aviso que esta entrada contiene "spoilers" y pido disculpas por el anglicismo. He visto la película Ángeles y demonios y tal y como esperaba simplemente me ha hecho pasar el rato. Y bueno, me ha llevado a desesperarme más de una vez ante las muchas incosistencias.

Que conste que no he leído el libro de Dan Brown, pues habiendo leído en su momento El código Da Vinci ya sabía lo que me podía esperar. Un libro entretenido para llenar un par de tardes, como les ocurre a los de Matilde Asensi, pero nada más... De ahí que siempre me pareciera inexplicable el éxito de la novela, con la única excepción del misterio que encerraba, la historia de Jesús y María Magdalena y su relación con el Santo Grial, algo para nada desconocido a los aficionados a los documentales o a la historia de Jesús de Nazareth.

Viendo hoy Ángeles y demonios he recordado aquellos libros de las estanterías de mi antigua casa que devoré en su momento, escritos por Morris West, como Las sandalias del pescador, Los bufones de Dios, etc. Libros de intriga vaticana mucho mejor construídos y verosímiles que los de Dan Brown.

Y ya zona de spoilers... Vamos a ver, te dicen que el asesino mata a sus cuatro víctimas junto a esculturas de Bernini que tienen que ver con los cuatro elementos, a saber, tierra, fuego, agua y aire... Vale que yo soy historiadora del arte pero tampoco hay que ser un gran experto en arte ni haberse pateado la Roma barroca para saber que para el fuego la mejor escultura de Bernini es El éxtasis de Santa Teresa y para el agua las esculturas de los ríos de la fuente de la Piazza Navonna... La protagonista es una superwoman especialista en física nuclear, ciencia forense, latinista y no sé cuántas cosas más... pero de historia del arte cero patatero. Bueno, vale, por eso no llega a ser una superwoman del todo pero que de eso no entienda el protagonista que se supone que es un reputado profesor de Harvard especialista en simbología religiosa... apaga y vámonos.

Aún así, ya digo, para pasar el rato... Lo mejor ha sido el trailler de la película Los hombres que no amaban a las mujeres, adaptación de la famosa trilogía Millenium escrita por el sueco Stieg Larsson... ¡estoy deseando verla! Desde que he descubierto estos libros policiacos los devoro como posesa robándole horas a la noche porque por el día ando bastante líada. Así que no me cunden como quisiera. Ahora estoy con el segundo, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, aunque me está costando un poco más. El tercero lo están traduciendo al español y tiene la peculiaridad de que nada más ser entregado por su autor a su editora sufrió un infarto que acabó con su vida. Una pena porque la pareja formada por el periodista Mikael Blomkvist y la extraña pirata informática Lisbeth Salander prometía mucho para formar una larga serie de entretenidas novelas. Los actores que han escogido parecen apropiados aunque, claro, me he desilusionado más con el protagonista, ya que yo me lo imaginaba como un Viggo Mortensen.

Lo único malo es que puede que la trilogía Millenium se esté sobrevalorando demasiado... miedo da cuando ya dicen en el trailler que la película se ha hecho a partir del libro más vendido en el mundo. Que está muy bien, sí, yo misma lo he reconocido, pero que tampoco es para tanto, no se vaya a desilusionar algún lector que por un casual lea todo este rollo y quede convencido de que ha de comprar los libros en cuanto tenga la mínima ocasión.

Aprovecho para colocar el trailler.

Saltaba de un recuerdo a otro

"-Susana -dijo. Luego cerró los ojos-. Yo te pedí que regresaras . . .
". . . Había una luna grande en medio del mundo. Se me perdían los ojos mirándote. Los rayos de la luna filtrándose sobre tu cara. No me cansaba de ver esa aparición que eras tú. Suave, restregada de luna; tu boca abullonada, humedecida, irisada de estrellas; tu cuerpo transparentándose en el agua de la noche. Susana, Susana San Juan."
Quiso levantar su mano para aclarar la imagen; pero sus piernas la retuvieron como si fuera de piedra. Quiso levantar la otra mano y fue cayendo despacio, de lado, hasta quedar apoyada en el suelo como una muleta deteniendo su hombro deshuesado.
-Esta es mi muerte -dijo.
El sol se fue volteando sobre las cosas y les devolvió su forma. La tierra en ruinas estaba frente a él, vacía. El calor caldeaba su cuerpo. Sus ojos apenas se movían; saltaban de un recuerdo a otro, desdibujando el presente. De pronto su corazón se detenía y parecía como si también se detuvieran el tiempo y el aire de la vida.
"Con tal de que no sea una nueva noche", pensaba él.
Porque tenía miedo de las noches que le llenaban de fantasmas. De eso tenía miedo.
"Sé que dentro de pocas horas vendrá Abundio con sus manos ensangrentadas a pedirme la ayuda que le negué. Y yo no tendré manos para taparme los ojos y no verlo. Tendré que oírlo; hasta que su voz se apague con el día, hasta que se le muera su voz."
Sintió que unas manos le tocaban los hombros y enderezó el cuerpo, endureciéndolo.
-Soy yo, don Pedro -dijo Damiana-. ¿No quiere que le traiga su almuerzo?
Pedro Páramo respondió:
-Voy para allá. Ya voy.
Se apoyó en los brazos de Damiana Cisneros e hizo el intento de caminar. Después de unos cuantos pasos cayó, suplicando por dentro; pero sin decir una sola palabra. Dio un golpe seco contra la tierra y se fue desmoronando como si fuera un montón de piedras."
Pedro Páramo, Juan Rulfo (1955)
Juan Rulfo (16 de mayo de 1908- 7 de enero de 1986)
Pedro Páramo (Carlos Velo, 1967)

viernes, 15 de mayo de 2009

Amarillo y azul



Amarillo y azul, todo inundado de luz. Al aspirar el fuerte aroma del cítrico, uno se inunda de Mediterráneo y sueña con el mar... Limoncello en las lágrimas, "nostalgIa" en el paladar... Y mientras, Torna... Torna a Surriento.


Vide 'o mare quant'è bello!
spira tanta sentimento...
Comme tu, a chi tiene mente,
ca, scetato, 'o faje sunná!

Guarda guá' chisti ciardine,
siente sié' sti sciure 'arancio...
nu prufumo accussí fino,
dint'o core se ne va...

E tu dice: "Io parto, addio!"
T'alluntane da stu core...
Da la terra de ll'ammore,
tiene 'o core 'e nun turná?!

Ma nun mme lassá,
nun darme stu turmiento...
Torna a Surriento:
famme campá!...


Vide ‘o mare de Surriento,
che tesoro tene nfunno:
chi ha girato tutto ‘o munno
nun l’ha visto comm’a ccà.

Guarda attuorno sti Sserene,
ca te guardano ‘ncantate,
e te vonno tantu bene...
Te vulessero vasà.

E tu dice: “I’ parto, addio!”
T’alluntane da stu core
Da la terra de l’ammore
Tiene ‘o core ‘e nun turnà?



martes, 12 de mayo de 2009

Lucha de gigantes



Hoy ha muerto Antonio Vega, alma, junto a Nacho García Vega, del legendario grupo musical de los ochenta Nacha Pop. Hace pocos días enlazaba aquí su tema más mítico, La chica de ayer. Precisamente el 23 de abril suspendió el concierto que tenía previsto dar en Granada para el día 30.

En 1987, un año antes de que el grupo se separara, Antonio Vega compuso Lucha de gigantes, que formó parte de la banda sonora de esa gran película mejicana que fue Amores perros (2000, Alejandro González Iñárritu). La canción testimonia el pozo oscuro en el que se encontró siempre este músico por culpa de las drogas.

Le dedico la entrada a mi Wundermate, al que le gusta mucho esta canción.

Lucha de gigantes... convierten,
el aire en gas natural,
un duelo salvaje advierte,
lo cerca que ando de entrar,
en un mundo descomunal,
siento mi fragilidad.
Vaya pesadilla, corriendo,
con una bestia detrás,
dime que es mentira todo,
un sueño tonto y no más,
me da miedo la enormidad,
donde nadie oyera mi voz.
Deja de engañar,
no quieras ocultar,
que has pasado sin tropezar,
monstruo de papel,
no sé contra quién voy,
o es que ¿acaso hay alguien más aquí?.
Creo en los fantasmas, terribles,
de algún extraño lugar,
y en mis tonterías para,
hacer tu risa estallar,
en un mundo descomunal,
siento tu fragilidad.
Deja de engañar,
no quieras ocultar,
que has pasado sin tropezar,
monstruo de papel,
no sé contra quién voy,
o es que ¿acaso hay alguien más aquí?.
Deja que pasemos,
sin miedo....


domingo, 10 de mayo de 2009

Vueltas y vueltas




He aquí dos fragmentos de dos obras maestras que tienen un punto de unión, la metáfora de la liberación, de la superación de la infancia.

Como la niña al otro lado de la puerta del Hotel des Folies Dramatiques, que espía el artista a través de la cerradura en La sangre de un poeta de Jean Cocteau (1932). La de la habitación 21, la de las "Lecciones de vuelo"... aquella niña que una vez que llega hasta el techo ya no quiere bajar y se burla de su dominadora.

O como el pequeño Antoine Doinel de los Cuatrocientos golpes (1959) de François Truffaut, cuando también parece volar en el tambor giratorio... Uno de los participantes del "vuelo" es el mismo Truffaut, por lo que el director va rodando junto con Doinel, su alter ego...

Y cuando uno ha aprendido a volar... ¿cómo bajará del techo? ¿cuándo parará de dar vueltas y vueltas?

(PUNTOS DE PARTIDA)

I
PALABRAS, ganancias de un cuarto de hora arrancado al árbol calcinado del lenguaje, entre los buenos días y las buenas noches, puertas de entrada y salida y entrada de un corredor que va de ninguna parte a ningún lado.

Damos vueltas y vueltas en el vientre animal, en el vientre mineral, en el vientre temporal. Encontrar la salida: el poema.

(...)

Octavio Paz, Libertad bajo palabra (1949)



Ne me quitte pas


¿Hay alguna canción que sea más decadente y patética que ésta?

Y sin embargo...


Ne me quittez pas
1959
Jacques Brel



Ne me quitte pas
Il faut oublier
Tout peut s`oublier
Qui s`enfuit déjà
Oublier le temps
Des malentendus
Et le temps perdu
A savoir comment
Oublier ces heures
Qui tuaient parfois
A coups de pourquoi
Le coeur du bonheur

Ne me quitte pas, ne me quitte pas...

Moi je t`offrirai
Des perles de pluie
Venues de pays
Où il ne pleut pas
Je creuserai la terre
Jusqu`après ma mort
Pour couvrir ton corps
D`or et de lumière
Je ferai un domaine
Où l`amour sera roi
Où l`amour sera loi
Où tu seras reine

Ne me quitte pas, ne me quitte pas...

Je t`inventerai
Des mots insensé
Que tu comprendras
Je te parlerai
De ces amants-là
Qui ont vu deux fois
Leur coeur s`embraser
Je te raconterai
L`histoire de ce roi
Mort de n`avoir pas
Pu te rencontrer

Ne me quitte pas, ne me quitte pas...

On a vu souvent
Rejaillir le feu
D`un ancien volcan
Qu`on croyait trop vieux
Il est parait-il
Des terres brûlées
Donnant plus de blé
Qu`un meilleur avril
Et quand vient le soir
Pour qu`un ciel flamboie
Le rouge et le noir
Ne s`épousent-ils pas

Ne me quitte pas, ne me quitte pas...

Je ne vais plus pleurer
Je ne vais plus parler
Je me cacherai là
A te regarder
Danser et sourire
Et t`écouter
Chanter et puis rire
Laisse-moi devenir
L`ombre de ton ombre
L`ombre de ta main

L`ombre de ton chien

Ne me quitte pas, ne me quitte pas...


Y de entre las miles de versiones, aquí queda una, con la voz quebrada de Sting:



jueves, 7 de mayo de 2009

Felicidades, Gary Cooper que estás en los cielos


Hoy, 7 de mayo, Gary Cooper hubiese cumplido años... unos cuantos ya, pues nació en 1901 y murió en 1961. Este gran actor, alto y callado, atractivo y flemático, encarnó como pocos al héroe americano. Con los ojos lo decía casi todo, acompañando el adusto gesto con una bonita y muy especial sonrisa. Aunque se dice que tuvo muchas amantes, nunca se divorció de su mujer, con la que tuvo una hija. Mucho peligro debía tener Mr. Cooper, de esos que las matan callando.

Para acompañar la entrada he escogido una gran película dirigida por William Wyler en 1940 que llevó por título The Westerner (El forastero, en España). Es la película que elegí para hacer un trabajo con el que había que superar un curso de doctorado que versó sobre el Western y que impartió el profesor German Ramallo. La película tenía todos los ingredientes típicos del género lo que resultaba idóneo para poder comentarla en profundidad a tenor de lo que habíamos aprendido en clase y, además, no era de las películas más conocidas. Pude realizar el trabajo mientras hacía mi estancia de investigación en Leicester y tuve acceso a muchas fuentes de información por lo que leí mucho sobre la película. La verdad es que no sé dónde para ese texto pero me gustaría encontrarlo porque me quedé muy satisfecha con el resultado.

Aquí estuvo Cooper acompañado por otro gran actor junto con el que compartió cartel hasta en ocho ocasiones diferentes, Walter Brennan, que hacía el papel de un despiadado juez. Brennan ganó un merecido oscar al mejor actor secundario, el mismo año en que James Stewart lo ganó por mejor actor principal en Historias de Filadelfia y que Rebeca de Hitchcock se lo llevó por mejor película.

Una vez dije por estos lares que siempre me ha gustado la pareja que conformaban Gary Cooper y Barbara Stanwyck en el cine. Tuvo la suerte de ser dirigido por todos los grandes directores del cine clásico americano y, sin duda alguna, es uno de los mejores actores de todos los tiempos. Por eso, y por muchas cosas más.. muchísimas felicidades, querido Gary Cooper, que estás en los cielos.

P.S. Un guiño a mis compañeras de trabajo: pelo más largo y canoso, mucho más moreno, de piel, un puro en la boca, sonrisa puede que un poco más sardónica ... igual a... Pista definitiva, la profesión: Cooper en El manantial ;)


martes, 5 de mayo de 2009

El Louvre de Godard y el homenaje de Bertolucci


Dos escenas memorables en la historia del cine. La intención con la carrera estaba en superar el tiempo récord en la visita más corta al Museo del Louvre, que según un periódico lo ostentaba un norteamericano. En concreto 9 minutos y 45 segundos. Los protagonistas de Bertolucci mejoran el récord en veinte segundos.


Jean-Luc Godard, Bande à part (1964)



Bernardo Bertolucci, The Dreamers (2003)

domingo, 3 de mayo de 2009

La espiral del orden


"Galaxias, caracoles, ADN, telas de araña, disposiciones de semillas, huracanes, estructuras de proteínas… todos tienen forma de espiral. ¿Por qué la encontramos tan frecuentemente en la naturaleza, y en tantas escalas y tamaños?.

Para algunos científicos, existen algunas formas que son más eficaces para responder a ciertas necesidades, o para cumplir tareas específicas. La espiral podría ser la forma más eficaz para agrupar material, sin desordenarse por el espacio. Tal vez por eso la molécula de ADN se envuelve sobre sí misma, guardando toda la información necesaria para la vida.

(...)

Crick y Watson descubrieron que el ADN o ácido desoxirribonucleico, la base de nuestra herencia genética conocida como “la molécula de la vida”, está formada por una doble hélice, como una escalera de caracol, compuesta de azúcares y fosfatos en sus dos lados, con “escalones” formados por parejas de bases nitrogenadas: Adenina y Timina, Guanina y Citosina, cada una de ellas, unida a una espiral."

Silver

G A T T A C A

ESPIRAL

Como el clavel sobre su vara,
como el clavel, es el cohete:
es un clavel que se dispara.
Como el cohete el torbellino:
sube hasta el cielo y desgrana
canto de pájaro en un pino.
Como el clavel y como el viento
el caracol es un cohete:
petrificado movimiento.
Y la espiral en cada cosa
su vibración difunde en giros:
el movimiento no reposa.
El caracol ayer fue ola,
mañana luz y viento, son,
eco del eco, caracola.

Octavio Paz
Libertad bajo palabra
1958