miércoles, 31 de diciembre de 2008

Bye bye 2008

Tan liada estoy cocinando que ni tiempo tengo para reflexionar sobre el 2008. Casi mejor no dedicarle más tiempo, así que bye-bye y punto final.

Soy tan mala cocinera como Barbara Stanwyck en Chritsmas in Connecticut (1945). Allí interpreta a una periodista que escribe una columna sobre cocina y se hace pasar por una perfecta ama de casa que vive en una granja en Connecticut y que cuida fenomenalmente bien a sus niños. En realidad está soltera, vive en Nueva York y no sabe freir ni un huevo. Se mete en un lío impresionante cuando su editor decide invitarse junto con un héroe recién venido de la guerra.

Yo no llego a tanto pero casi. Así que... crucemos los dedos. Con un poco de suerte sale todo bueno pero... ¡hay que ver lo que me cuesta!

¡Feliz Nochevieja!

lunes, 29 de diciembre de 2008

Felicidades, Jude



Hoy cumple 36 años David Jude Heyworth Law, más conocido como Jude Law, un actor al que le sigo la pista desde hace ya bastantes años. Además de su buena presencia actúa muy bien y sobre todo borda los papeles de malo. Sus ojos tan expresivos le ayudan bastante. Parece ser que sus padres le pusieron de nombre Jude porque eran aficionados a los Beatles.

De su filmografía y por seguir la línea del tiempo, me quedo en primer lugar con Wilde (1997), una miniserie de la BBC sobre la vida de Oscar Wilde en el que Law hacía de amante caprichoso y despiadado del escritor. Yo en realidad lo conocí en una de mis películas favoritas de ciencia ficción de todos los tiempos, Gattaca, que rodó el mismo año. Allí interpretaba a un paralítico atormentado y era el contrapunto de Ethan Hawk, cuya fama creo yo que no ha corrido en paralelo a la del inglés.

En 1999 rodó El Talento de Mr. Ripley de Anthony Mingella donde volvía a hacer de chico perfecto pero odioso. Una amante de lo napolitano como soy yo no puede olvidar la escena en la que interpreta un estupendo “Tu vuò fà l’americano”. A partir de ahí todo fue coser y cantar, un camino hacia el éxito con Enemigo a las puertas (2001), Inteligencia Artificial (2001), Camino a la perdición (2002), Cold Mountain (2003) y así podría seguir y seguir.

En el remake de La Huella dirigida por Keneth Branagh (2006) y protagonizada junto con Michael Caine hacía el papel que hizo Caine en su día y Caine el de Lawrence Olivier. Confieso que no había visto la primera película, de 1972, todo un clásico. Así que salí encantada con las interpretaciones de los dos únicos protagonistas.

Definitivamente Jude Law es mi malo favorito. Y bueno, en realidad todo esta parrafada dedicada a él es una excusa para felicitar a un buen amigo que también cumple años hoy y que es un gran actor además de un magnífico profesor de cine.

¡Muchas felicidades!

He encontrado el fragmento de Tu vuò fà l'americano, ¡qué maravilla!

P.S. Pues, vaya, parece que me lo han eliminado... Elimino yo también el enlace que no lleva a ninguna parte. Puede que algún día lo consiga... o quién sabe, lo mismo hasta Jude Law me lo canta en persona, por soñar...

viernes, 26 de diciembre de 2008

Love and Marriage


Dice el Señor Denon en la entrada de felicitación de Navidad que ya no nos comunicamos y me ha hecho mucha gracia (¿estoy de psiquiátrico?). Sobre todo cuando el verificador de palabras del blogspot, que es muy guasón, me decía que pusiera la palabra "emotion". Me ha recordado a Arcadia, aquel divertido episodio de Expediente X de la temporada 6 en que Mulder y Scully tienen que fingir que están casados. Hay un momento en que ella lo echa de la cama con la cara cubierta de mascarilla verde. Él coge la almohada y se va murmurando “The thrill is gone” (ya no hay pasión, tradujeron). El más divertido es cuando él le dice en plan mandón, “Mujer, vuelve aquí y hazme un sandwich” y entonces ella le tira los guantes a la cara y se larga. A lo que él responde “¿Es que no hablo claro?”.

Dejo aquí un vídeo de esa maravilla que es el Youtube para una buscadora de recuerdos como soy yo. Son fragmentos de ese episodio amenizados con Love and Marriage, fantástica canción interpretada por Frank Sinatra.

¡El cabecero de la cama de la foto es idéntico al mío!



jueves, 25 de diciembre de 2008

Il fascino personificato


Una de las mejores cosas de la comida del trabajo es que al final un compañero, al que le gusta organizar estas cosas, siempre prepara libros para todos. Este año ha traído la colección de Movie Icons de la Taschen. Él decía una frase característica del actor y el que lo adivinaba se quedaba con el libro. Aquí una pidió sin cortarse el de Ava... pero no había. Tampoco me sorprendió porque lo típico son las Audrey Hepburns y las Marilyns Monroes. Así que tras una espera en que sopesaba en decir la respuesta correcta porque el actor o la actriz "sí pero que no" salió "el hombre más elegante del mundo". Así que chillé como posesa porque lo quería para mí.

Creo que no hay película de Cary Grant que no me guste. Por supuesto, todas las dirigidas por Alfred Hitchcock son mis favoritas. Y de todas sus parejas cinematográficas me quedo con Katherine Hepburn y con las divertidas Bringin up baby (1938) e Historias de Filadelfia (1940). Le sigue casi en empate Ingrid Bergman porque al fin y al cabo una de mis películas preferidas de todos los tiempos es Encadenados (1946).

El libro de la Taschen tiene un perfil biográfico escrito por F.X. Feeney, con el subtítulo "un hombre encantador", aunque todavía suena mejor en italiano "il fascino personificato". Sin embargo todo este encanto fue siempre un papel más, aunque, claro está, el papel de su vida. Decía él aludiendo a sí mismo: "He pasado la mayor parte de mi vida fluctuando entre Archie Leach y Cary Grant, desconfiando y sospechando de cada uno de ellos". Su biografía tiene mucho halo de misterio y como señala Feeney, tras Charlie Chaplin es el único actor que realmente se ha inventado a sí mismo: "Ambos escaparon de la pobreza gracias a su formación circense. Perfectos caballeros, confiados, románticos y divertidos, aunque el más joven tuvo mejor sastre". Para él la película que mejor representa el misterio que rodeaba al actor es Con la muerte en los talones (1959).

De vida sentimental ajetreada y con interrogantes cuentan que al retirarse se dedicó a ser él mismo. En relación a esto decía: "a menudo los críticos me han acusado de ser yo mismo en la pantalla. Pero ser uno mismo es más difícil de lo que se cree". O aquello de: "¿Que todo el mundo quiere ser Cary Grant? Incluso yo quiero ser Cary Grant".

Con él he pasado momentos inolvidables de cine. Por lo que si sobre la belleza de Ava dijimos "no hay otra igual", con Cary Grant, sin duda alguna, todo él, también vale la misma frase. Qué pena no haberlos visto en una película juntos, por cierto. Aunque si lo pensamos bien no sé hasta qué punto hubiera habido química porque a él le iban mujeres de belleza clásica y exquisita elegancia como la misma Audrey Hepburn.


Dejo aquí un fragmento en versión original de uno de los momentos en los que Cary Grant y Katherine Hepburn cantan aquello de "Todo te lo puedo dar menos el amor, baby".

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Feliz Navidad


Adeste fideles, laeti triumphantes
Venite, venite in Bethlehem
Natum videte, regem angelorum
Venite adoremus, venite adoremus
Venite adoremus Dominum


Feliz noche y día de Navidad para todos
con los mejores deseos de esperanza, de paz y de felicidad


Cumpleaños en Nochebuena



Dos buenos amigos cumplen años hoy y aprovecho para felicitarles y agradecerles que siempre se acuerden de felicitarme en el mío. A pesar del tiempo y a pesar de la distancia su llamada o su mensaje nunca fallan.

Hoy también hubiese cumplido años Ava Gardner, 86 exactamente. Desde que Frank Sinatra le regalara un Corgi para su cumpleaños siempre le acompañó un perro de esta raza hasta su muerte. Parece ser que tuvo tres, Rags, Cara y Morgan. Este último, al morir ella, se lo quedó su buen amigo Gregory Peck.

¡¡¡Muchas felicidades!!!

domingo, 21 de diciembre de 2008

Last Christmas


Aquí una de las mejores canciones de los años ochenta dedicadas a la Navidad, luego muchas veces versionada, sobre todo en los últimos tiempos por los chicos de la generación de High School Musical. Ya faltan cuatro días para la Navidad...

sábado, 20 de diciembre de 2008

Save a Prayer



Al leer la nueva entrada de Athena sobre los vídeos de Duran Duran y Sade, no he podido evitar traer aquí mi canción favorita de los primeros. Sí, ya sé que fui chica Spandau, pero también me gustaba mucho su grupo rival.

La canción forma parte de su álbum Rio de 1982, un disco con temas muy buenos, como My Own Way, Hungry like the Wolf o The Chauffeur. El vídeo musical de Rio es uno de los mejores y más característicos de la época de los ochenta.

El de Save a Prayer fue dirigido, al igual que Rio, por Russell Mulcahy en Sri Lanka en abril de 1982, con paisajes de gran belleza, como las rocas de Sigiriya, las ruinas del templo budista de Polonnaruwa y las playas de las islas de la costa del levante. Y en cuanto a la canción es una de mis favoritas de todos los tiempos y nunca me canso de escucharla. La versión en directo que sacaron dos años más tarde en el álbum Arena es muy buena y tiene incluso más fuerza.

Tony Hadley hizo una versión hace unos años con la curiosidad de que los coros se los hizo el mismo Simon Le Bon. Es una grabación pero yo siempre soñé con verlos cantar juntos en directo. Es un lujo porque ambos tienen unas voces privilegiadas.



viernes, 19 de diciembre de 2008

El ángel exterminador


Jamás el aura de perfume henchida,
Que en los jardines del Edén murmura,
En tal lugar estremeció perdida
Del rudo bosque la hojarasca dura,
Ni el sol radió con fugitiva lumbre,
Ni sonó por la lóbrega espesura,
Ni retumbó la cóncava techumbre
Más que el rugir de la corriente impura.
José de Zorrilla

domingo, 14 de diciembre de 2008

¿Te sientes reflejado?



En 1985 tenía casi 14 años (por eso de que los cumplo a finales). Así que me siento muy ochentera. En este anuncio de la Coca-Cola me veo inevitablemente reflejada.

Me gusta la canción Don't Forget About Me de los Simple Minds que, por cierto, fue de las que se oyeron en el Live Aid de 1985, aunque nunca tuve nada de este grupo. Pero reconozco que su música es muy propia de esa época.

Lo de "Una Coca-Cola una sonrisa" también me trae muy buenos recuerdos. A cuando jugábamos a las palmas y cantábamos la canción con la a-e-i-o-u ("ana cacacala ana sanrasa la vada sa alamana ana cacacala..."). Por no hablar del anuncio con la canción de "Al mundo entero quiero dar un mensaje de paz...".

Navidad ochentera


Aquí un poco de historia.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Spacey y Darin en Más allá del mar


Hará un par de meses, en uno de esos extraños ratos en los que pude pillar la televisión sin Caillou, Las Supernenas y Doraemon me topé con una película ya empezada pero que me enganchó al instante. Se trataba de Beyond the Sea protagonizada por Kevin Spacey, sobre la vida del cantante Bobby Darin, al que no conocía, aunque sí a su mítico tema. Estuvo casado con Sandra Dee, a la que tampoco conocía pero al minuto caí que era la de la canción de Grease (cuando Rizzo se coloca la peluca rubia y se mofa de Sandy, “Look at me I'm Sandra Dee / Lousy with virginity / Won't go to bed till I'm legally wed / I can't I'm Sandra Dee”).

Pasé un buen rato y Kevin Spacey me dejó con la boca abierta. Luego comencé a indagar por la red, acudiendo a la Imdb y a tita Wiki (como dice con tanta gracia Ventimiglia) y entonces comprobé que fue dirigida, producida y escrita por el propio actor y que no tuvo mucho éxito en los Estados Unidos. En España tardó dos años en llegar a los cines y no duró casi nada cosa que no me extrañó porque no era una película muy comercial. El siguiente e inevitable paso era acudir a Youtube y entonces sí que me quité el sombrero porque al ver al Bobby Darin real ¡estaba viendo a Kevin Spacey! El original hacía los mismos gestos y cantaba igualito que el Spacey (porque el actor hasta pone su propia voz). O bueno, debería decirlo al revés…

Algunas críticas le achacan que tiene un exceso de “mira lo que bueno que soy” del propio Spacey pero a mí me da igual. Él es muy bueno y punto. Pese a quien le pese. Yo pasé un rato estupendo y encima me emocioné bastante (claro que eso no es nada raro).

Dejó aquí en la Wunderkammer el Beyond the Sea de Bobby Darin y el de Kevin Spacey.

Y aquí el fragmento de la película que no se puede insertar:
http://es.youtube.com/watch?v=GbcjW9SQabc&feature=related





viernes, 12 de diciembre de 2008

Doce doce: 37



Hoy 12-12 al amanecer cumplo 37.

Viene de nuevo el arquero al trote anunciando el paso de otro año, recordando días de tartas y velas, de risas e ilusión. Siempre me gustó el doce de diciembre, el 3 y el 7, el 37… Un año más para agradecer tantas cosas, especialmente a los míos y a esa gran esperanza que me colma de besos y que me llena el corazón.

Me pregunto qué hago aquí y por qué construyo un museo personal. A veces tengo la sensación de compilar recuerdos para un epitafio. Pero y qué… si eso es inevitable. Así que aquí sigo, en constante proceso de búsqueda y de aprendizaje.

Y mientras una rememora, con la suficiente distancia ya, para ver en qué quedaron los sueños, se comparten pensamientos y vivencias y así una se siente un algo feliz aunque un poco vieja y a veces cansada. Y así pasa la vida, intentando que las malas noticias, esas que no se pueden comprender, no entristezcan más de la cuenta el alma.

Gracias a todos los que vivís conmigo este espacio, esta Wunderkammer inmaterial tan personal y banal. Pero que en el fondo es tan parte de mí.




Frank hubiese cumplido hoy 93. No sé dónde estará ahora. No sé si con la más guapa, aquella que, sin embargo, estuvo siempre tan sola. Esa que se pasea encima de una escoba por este espacio, siempre tan fantástica, tan radiante. Traigo aquí su inconfundible voz que dice Happy birthday to me junto con el inagualable My way.

(Regrets, I've had a few but then again, too few to mention / I did what I had to do and saw it through without exemption / I planned each charted course, each careful step along the byway / And more, much more than this, I did it my way).

jueves, 11 de diciembre de 2008

Frank y Ava



Dicen que esta canción, I'm a fool to want you, se la dedicó Frank Sinatra a Ava Gardner. Fue siempre una relación tormentosa, tanto cuando fueron amantes como cuando estuvieron casados. Se conocieron en 1945, iniciaron su relación en 1949 y se casaron dos años más tarde. Se separaron en 1953 y se divorciaron en el 57.

Cuentan que Frank, interpretando esta canción en un estudio, le entró tal tristeza que se fue de allí llorando (Friedwald, 1997: 191).

El montaje de este vídeo es muy bueno por la incomparable voz de Sinatra y por las imágenes de Ava. Qué guapa.


martes, 9 de diciembre de 2008

La laguna mágica


Mar Menor
La Manga
Carlos Moisés García, 2005


Es el mar íntimo de una dedicatoria
que yo deseé escrita por tu mano
al pie de un joven retrato de Cernuda
este que presidiera siempre la estancia
por ti ocupada, y que con su proyección
inunda la mar de la mañana, el mar
desbordado por la luna. La mar de estos
versos que nunca habrán de envejecer
ni morir, como la pasión, como nosotros:
"El mar, única criatura que pudiera
asumir tu vida poseyéndote"
Soren Peñalver



Barcas
Lo Pagán. San Pedro
Antonio Martínez Mengual


"Barca violeta y lenta Barca roja
y honda. Delicada tierra virgen.
El aire extiende el aire en tiendas frágiles.
En el bajío, el mar olea y gime"
Blas de Otero


La semana pasada se presentó uno de esos libros que constituyen una auténtica joya de la edición y del diseño. Es La laguna mágica, una obra de la editorial Dàrànà, diseñada por Paloma Zamora, con acuarelas de Antonio Martínez Mengual, fotografías de Carlos Moisés García y textos de Paco Nadal.

El libro se estructura como el viaje que hace el caminante, a través del tiempo y del espacio: Aquellos eternos veraneos, De Palus a la Albufera, Velas Latinas varadas en el secano, El oro blanco de la Albufera, Un centro espiritual para el Mar Menor, Un oficio de poetas, Del Portus Magnus a la nueva california... Las miradas de los tres autores se imbrican con otros textos que acompañan las imágenes pintadas y recreadas, como los de Carmen Conde, Antonio Oliver, Arturo Pérez Reverte, Hazin al-Qartayanni, Soren Peñalver, Eloy Sánchez Rosillo, José María Álvarez, Jorge Luis Borges y así un largo etcétera.

También se incluyen fotografías de otros autores, como imágenes llenas de esa alma especial que da el paso del tiempo, como es el caso de las instantáneas de Laurent, Casaú, Tomás Lorente o los paisajes desde el cielo captados en la década de los años treinta por Miguel Ferrer o por fotógrafos anónimos de la Academia General del Aire.

Todo un canto al Mar Menor a partir de miradas subjetivas llenas de emoción. Martínez Mengual llena el libro de colorido, captando unas tonalidades mágicas de gran belleza que él ha podido ver tras muchas horas de observación junto al mar. Es lo que le ocurre a Carlos Moisés García, no sólo con sus ya clásicos y venerados fotopaisajes, sino con esas nuevas fotografías que se muestran en el libro y en las que ha experimentado con nuevas técnicas, lo que ha tenido como resultado imágenes muy subjetivas. Más aún que sus habituales y meditados paisajes. En esta ocasión ha llevado al extremo máximo de la abstracción su relación con el mundo. Es como si esos paisajes fueran aún más sentidos, como si captaran más aún la esencia misma de las cosas y lo que éstas desprenden.

Él, hoy mismo, apenas dentro de unas horas, inicia el vuelo que lo llevará a vivir nuevos pasajes. Cierra un capítulo y abre otro en el que con toda seguridad encontrará eso que hace tantos años lleva buscando y de lo que tan cerca está. Mucha paz, Carlos, mucha alma. Y vuelve pronto.

Amor amargo



Para continuar con la serie de vídeos musicales de toda una vida así como con ese aire nostálgico otoñal que ha impregnado de siempre esta Wunderkammer desde sus comienzos se incluye aquí el Amor Amargo del Dúo Dinámico de 1970.

Un pequeño recuerdo de los muchos kilómetros de carretera cantando todo el tiempo al son de estas canciones de las cintas del radiocasete del coche.




Amor amargo
Tú me das
Amor amargo
Sin piedad
Pretendes que mi amor
No tiene ya valor
No, no, no digas eso por favor
Amor amargo
Llevo dentro de mi ser
Amor amargo
Que no puedo comprender
Ya lleno estoy de ti
No puedo permitir
No, no, no,
no diré que ya desistí
Recordarás el pasado
Felices éramos los dos
Por qué te vas de mi lado
Por qué, por qué, por qué
Amor amargo tú me das
amor amargo sin cesar
me dejas sin razón,
no tienes corazón
acaso un día pagarás tu gran error
amor amargo tú me das
amor amargo tú me das
amor amargo tú me das

Los vaqueros de Brooke




Le tomo la palabra a Athena y cuelgo aquí un anuncio de unos vaqueros de Calvin Klein de 1980. Muy buena su idea de hacer una serie de anuncios de nuestras vidas.

Yo creo que éste no se debió pasar en la televisión española. Yo desde luego no lo recuerdo.

Lo que tiene de especial es su protagonista, la guapísima Brooke Shields, que ya desde niña era una belleza espectacular.

Ay, quién pudiera llevar unos vaqueros con ese garbo.

P.S. La primera imagen es de Brooke con su familia anunciando toallas y ropa de cama. En las imágenes de abajo anuncia de niña y ya de mayor la pasta de dientes Colgate.



lunes, 8 de diciembre de 2008

La música decadente de Mr. Ferry

Algunas canciones de Brian Ferry están en mi lista de favoritas de todos los tiempos. No es que me guste todo pero sí es cierto que siempre me atrajo su música caduca y su aire elegante y sofisticado. Una de mis preferidas es la archiconocida Slave to Love que formó parte de la banda sonora de 9 semanas y media con un vídeoclip que tiene el mismo espíritu algo decrépito y refinado de su música.

Se ha llegado a decir que el tema Avalon que interpretara junto con su grupo en 1982, los Roxy Music, es uno de los más sensuales de toda la historia. Este grupo, por cierto, se formó más o menos cuando yo nací y llegó a influir en los grupos de música de los que siempre fui fanática, como muchos de los new romantics o del synth pop de finales de los setenta y comienzos de los ochenta. Por aquel entonces Ferry también hizo su particular versión del Jealous Guy de John Lennon, que grabó a raíz de su asesinato.

Otra de las grandes canciones de Ferry, ya en solitario, es el Is your love strong enough?, que formó parte de la banda sonora de la película Legend de Ridley Scott (1985). Tanto esta canción como el LP de Boys and Girls, del mismo año y donde está la balada de Slave to Love, tienen la particularidad de tener un guitarrista de excepción, David Gilmour, que formó parte del también mítico grupo de los Pink Floyd.

Tanto Is your love... como Slave destacan por sus acordes envolventes y decadentes pero sobre todo por esa mágica combinación de la voz de Brian Ferry con la música de la guitarra de Gilmour.





sábado, 6 de diciembre de 2008

Mongol: el gran Temudjin




Mongol supone poco más de dos horas de buen cine épico en torno a la figura de Genghis Khan. Fue nominada en 2007 para el oscar a la mejor película extranjera por la República de Kazajstán aunque finalmente lo ganó la austriaca Los Falsificadores. Está dirigida por el ruso Sergei Bodrov e impacta por los impresionantes paisajes azotados por una climatología adversa que transitan a lomos de sus caballos los nómadas mongoles. La fotografía es una de sus mayores bazas con encuadres que captan la magia de las llanas e inmensas estepas y con unas tonalidades llenas de quietud con eco oriental.

La historia abarca desde la difícil infancia de Temudjin hasta la batalla que marcará definitivamente su destino. Tras la muerte del padre el niño es esclavizado y vive en continua persecución por aquellos que quieren sucederle. En esta lucha por su supervivencia le acompaña muy pronto su mujer, Borte, un personaje que en la película se presenta con gran fuerza e influencia en la vida del protagonista, por lo que también se cuenta una historia de amor. El joven va poco a poco derrotando a sus enemigos hasta llegar a erigirse como el mayor soberano de los mongoles.

Los actores están fantásticos. El Temudjin adulto está protagonizado por el mejor actor japonés del cine independiente del momento, sin embargo la chica fue escogida muy poco antes del rodaje y era una estudiante totalmente desconocida. El personaje del hermano de sangre de Temudjin, que es a su vez su gran enemigo, está interpretado por un actor chino de gran prestigio.

Los mongoles llegaron a expandirse de tal forma que constituyeron el imperio de tierras continuas más extenso de la historia. Como ha señalado Bodrov, recordando su infancia: “En nuestros libros de texto Genghis Khan era descrito como un monstruo. Los libros eran productos de su tiempo y las descripciones eran bastante horribles y simplistas”. No se ha de olvidar que los mongoles dominaron territorio ruso unos doscientos años. Aquí se nos presenta otra cara, la del héroe visionario con gran magnetismo presto a escalar grandes cimas en su futuro inmediato. El retrato está basado en el libro del historiador ruso Lev Gumilev que ofrecía matices más ricos que los habituales, lo que llamó la atención del director. La única historia coetánea al héroe se escribió en forma de extenso poema anónimo poco después de su muerte en 1227.

La banda sonora también está muy presente en la película y no pasa nada desapercibida. El director acudió a una banda de folk-rock mongola, Altan Urag, que compuso canciones basadas en ritmos vocales de gran fuerza sobrenatural que van muy bien con las emociones y los paisajes descritos en la película. Estoy deseando tenerla.


Para saber más:

http://www.cines-verdi.com/madrid/proximamente/mongol-1400/

¿Comenzamos la Navidad?



Somos conscientes de que no se deben poner adornos de Navidad antes de la Inmaculada. Así que aunque nos pongamos a la par que los anglosajones que comienzan a poner sus adornos el día de San Nicolás, es decir, hoy mismo, proclamamos la Navidad con este anuncio tan entrañable (versión 1970 y 1980).

Yo le he pedido la Nancy de toda la vida a los Reyes Magos, ¿me la traerán?

Por cierto, no hemos aguantado hasta el lunes para empezar a montar el Belén.


viernes, 5 de diciembre de 2008

jueves, 4 de diciembre de 2008

Schapiro y El Padrino






Se acaba de publicar un libro en España de la editorial Taschen que recoge las mejores imágenes del fotógrafo Steve Schapiro durante el rodaje de las películas de El Padrino. Su título es The Godfather Family Album e incluye también textos de Mario Puzo y entrevistas con Coppola, Marlon Brandon y Al Pacino.

En este enlace de El Mundo pueden contemplarse algunas de ellas.

Un buen regalo de Navidad para todos aquellos amantes de la maravillosa trilogía.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

El rey del rock



Hoy me apetecía algo de Elvis y aunque el cuerpo me pide una balada del estilo Love me Tender o canciones como Always on my mind o Suspicious Mind (probablemente mi favorita), cuelgo aquí el vídeo del Rock de la Cárcel de 1957 ¿A que es una absoluta maravilla?

Se lo dedico a mi padre, que tanto le gusta el rock and roll y así de paso le mando un abracico desde aquí que seguramente recibirá pues es paciente lector de esta bitácora.

Muchos besos, papi.

martes, 2 de diciembre de 2008

Appaloosa

Siempre es un placer ir al cine a ver una película del oeste más si uno va un sábado por la tarde para recuperar viejas y añoradas costumbres pues los sábados tarde siempre fueron para mí momentos familiares de sofá delante de la televisión viendo clásicos del western. No recuerdo el último que vi en la gran pantalla pero si hago memoria aparecen al instante el clásico Sin Perdón (1992) de Clint Eastwood y El Perdón de Michael Winterbotton (2000), aunque este último probablemente esté cogido con pinzas dentro de este género. Desde que leí hace unos meses la cruenta y metafórica novela Meridiano de sangre de Cormac McCarthy, el autor de No es país para viejos, tenía muchas ganas de ver una película del oeste en la gran pantalla.

Así que disfrute bastante con Appaloosa de Ed Harris, una película correcta, con buena fotografía y estudiados encuadres que nos remiten al cine del oeste más clásico, con lo cual el conocido actor vuelve a acertar en su papel como director, tal y como ya vimos en Pollock. Los actores están muy bien, tanto él como Viggo Mortensen, cómo no, así como Jeremy Irons en su papel de malo. El fallo está en haber escogido a Renée Zwellweger, una actriz que se me hizo completamente inaguantable desde que protagonizó la segunda parte de El diario de Bridget Jones, una caricatura extrema y patética de la protagonista de la novela de Helen Fielding. No soporto ni sus mohínes ni su sobreactuación y no entiendo cómo pudo ganar el óscar con Cold Mountain (y para postre fue novia de Jim Carrey, aaag). La película hubiera ganado muchísimo si se hubiese contado con Naomi Watts o con la misma Nicole Kidman. Pero con el transcurrir de la película y viendo que su papel es muy poco honorable hasta me terminé conformando. Un papel tan poco honorable, por cierto, como el de los mismos políticos, los regidores de la pequeña población de Appaloosa.

Tiene escenas de esas que se te graban para siempre, como el tiroteo en la plaza de un pequeño pueblo hispano de la frontera, la escena del tren, el encuentro con los indios, el juicio y, sobre todo, la secuencia final. Y aunque peque de reiterativa qué bien que está Viggo Mortensen y qué extraordinariamente bien conecta con Ed Harris dejando entrever ambos esa extraña relación de los protagonistas, con muchos matices bajo la superficie.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Expediente X y Los Simpsons






Decía Ramón Monedero que a él la serie que más le gusta es Los Simpsons. Como a mí la que más me gusta es Expediente X aprovecho para colocar aquí las fotografías del mítico episodio en el que Mulder y Scully van a Springfield para investigar un caso paranormal.

Del mismo modo, Homer Simpson apareció en el capítulo The Beginning, el primero de la temporada 6 de Expediente X. Dejo aquí también ese fragmento y de paso le dedico a Ramón esta entrada.

Por cierto, en la última imagen aparece al fondo, fumando y apoyado en un archivador, el personaje de El Fumador del que hablé ayer al comentar el episodio piloto. En esa misma posición aparece por vez primera en la serie.

Papá piernas largas




La entrada de hoy la dedico a mi madre que me contagió su amor por el cine. Ya desde pequeños nos llevó a mi hermano y a mí a ver películas con bastante frecuencia, algo de lo cual he sido consciente en los últimos años al comprobar que no todos los padres de la gente de mi generación tenían esa costumbre. Ahora sí que es algo más habitual y al menos los de hoy llevan a sus hijos al cine por Navidad. En realidad ella seguía la costumbre que tenía mi abuelo pues a pesar de los tiempos de posguerra la llevaba a ver películas para niños como los clásicos de Disney. En aquellos años, la década de los cincuenta, estrenaron La Cenicienta (1950), Alicia en el País de las Maravillas (1951), Peter Pan (1953), La Dama y el Vagabundo (1955) y La Bella Durmiente (1959).

Tuvo la oportunidad de ver muchos musicales que siempre recuerda con entusiasmo, como Siete novias para siete hermanos (1954) o Papá piernas largas (1955). También veía cine clásico y siempre la he oído hablar de las películas de Audrey Hepburn como Vacaciones en Roma (1953) o Sabrina (1954); o de las de Doris Day, como El hombre que sabía demasiado de Alfred Hitchcock (1956) o Confidencias a Media Noche (1959). De esta última ya de adolescente le gustaba imitar sus modelitos, muy años sesenta. En esa época de bisagra entre la niñez y la adolescencia recuerda especialmente Tú a Boston y yo a California (1961).

Los padres suelen transmitirnos sus gustos así que cuando descubrí el libro de Papá piernas largas, escrito por la norteamericana Jean Webster (1876-1916), lo compré inmediatamente y lo debí leer en la época de los quince años. Esta Wunderkammer es la excusa perfecta para indagar sobre esas cosas que nos marcan en la vida y ahora tenemos la herramienta perfecta para investigar con rapidez sobre ellas, como es el caso de Internet.

Jean Webster nació en Fredonia, Nueva York, y su nombre verdadero era Alice Jane Chandler Webster. Se crió con su madre, abuela y bisabuela, activistas en la lucha de la igualdad racial y del derecho al sufragio femenino, lo que le marcó profundamente. Su madre era sobrina de Mark Twain y su padre era asesor del escritor. En el colegio empezó a ser conocida como Jean, variación de su segundo nombre, puesto que tenía una amiga que se llamaba como ella y así podían distinguirse. Estudió inglés y también economía, especialidad sobre la que versó su tesis de 1901, sobre la pobreza en Italia y que pudo hacer gracias al obligado viaje a Europa. Su amor secreto fue Glenn Ford MacKinney, un hombre casado con una mujer con problemas mentales y con un hijo que había heredado la enfermedad de la madre. Pudo casarse con él años más tarde, en 1915, cuando MacKinney obtuvo el divorcio. Murió en 1916 un día después de dar a luz a su hija Jean.

Su obra más famosa fue Daddy-Long-Legs (1911), así como la continuación de ésta, My Dear Enemy. Papá piernas largas cuenta la historia de una chica, Jerusha Abbott, que vive en un orfanato toda su niñez y que puede estudiar en la universidad gracias a un anónimo benefactor. La novela consta de las cartas que ella le escribe a él, pues esa es la única condición que le pone a la hora de pagarle sus estudios. Tuvo tal éxito que hasta se hicieron unas muñecas y los fondos obtenidos por su venta fueron destinados a la adopción de huérfanos.

La novela fue adaptada al cine y la película fue dirigida por Jean Negulesco en 1955, protagonizada por Fred Astaire y Leslie Caron. Cambiaron un poco el argumento puesto que cuenta la historia de un millonario, mujeriego empedernido, que decide sentar cabeza apadrinando a una joven huérfana francesa de la que termina enamorándose. El rodaje de la película coincidió con la muerte de la mujer de Fred Astaire.

El postdata de la última carta dice así: “Esta es la primera carta de amor que escribo en mi vida. ¿No es una maravilla que haya sabido cómo hacerla?”.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Quiero creer









Llevo bastante tiempo con ganas de dedicar una entrada a mi serie favorita de todos los tiempos, Expediente X.

Por hacer un poco de historia, comenzó en 1993 y ya desde el principio fue todo un éxito. Se emitió en televisión hasta el año 2002 y dicen que no se supo adaptar bien al nuevo panorama geopolítico que supuso el atentado de las torres gemelas de Nueva York. Estoy totalmente de acuerdo, de hecho la serie debió acabar al final de la temporada 7, como era el deseo de David Duchovny. Pero no, Chris Carter, productor y creador, quiso seguir explotando la máquina de hacer dinero y se sacó del bolsillo dos temporadas más que nunca debieron realizarse.



La primera película para la gran pantalla se hizo en 1998 y fue todo un éxito. Ella marca también un antes y un después en la serie puesto que a partir de entonces todo empezó a decaer un poco. Era como un episodio más que se insertó en la trama entre las temporadas 5 y 6. Por aquellos momentos apareció el personaje de Diana Fowley, la tercera en discordia, que aunque no estaba bien trabado, aportó un elemento de interés en la extraña relación de los dos agentes del FBI.

En cuanto a la segunda película, estrenada el pasado julio de 2008, he de decir que a mí me gustó bastante. Al menos se clausuraba la historia con un final más digno que el que había planteado la serie. Era como un episodio clásico en el que Mulder volvía a ser el hombre que no se detiene a la hora de resolver un caso y paradójicamente agnóstico en cuanto a religión se refiere. Dana Scully trabaja ahora en un hospital y se ve enfrentada a los dilemas de la fe y al deseo de que su vida continúe con la calma de esos últimos años en los que los ex-agentes han permanecido relativamente escondidos. Pero como dice Mulder al final, hagan lo que hagan la sombra siempre les perseguirá.

Este verano la Fox sacó un DVD con esos episodios de la serie que era imprescindible conocer para seguir la película y que llegaban hasta la temporada 6 (con lo cual más razón para los que pensamos que debió acabar ahí o poco más adelante). Algunos de ellos coinciden con mis favoritos y consta de lo siguientes capítulos: Piloto (1x01), Beyond the sea (1x12), The Host (2x02), Clyde Bruckman’s Final Repose (3x04), Memento Mori (4x15), Post-modern Prometheus (5x06), Bad Blood (5x12) y Milagro (6x18).

Episodio piloto (1x01): Es de la mano de la agente Scully como nos adentramos en la serie. Su misión desde el principio es la de desbancar el trabajo del agente Fox Mulder, al frente de una unidad dedicada a la investigación de fenómenos paranormales y, por ende, de aquellos casos que no pueden explicarse de una forma lógica. Cuando sus superiores le informan de la naturaleza de su trabajo ya vemos al siniestro personaje de El Fumador, apoyado en un archivador sin decir palabra. Así fue retratado magistralmente en ese memorable episodio de los Simpsons dedicados a los X Files. El momento cumbre es cuando Dana Scully baja al último rincón del sótano donde se encuentra el despacho de Mulder, que al verla entrar, le dice “Aquí el menos querido del FBI” y ya comienza a abordarla con su peculiar personalidad. Ay, chicas, esa corbata, esas gafas… (“Repórtese, Wunderk” – dice el Sr. Denon). En su peculiar despacho destaca el póster con la frase “I want to believe”, que es uno de los leiv motivs de la serie. En el capítulo aparecen elementos que serán constantes a partir de entonces: el viaje a un rincón perdido, un viejo motel, luces misteriosas y, especialmente, una química muy especial entre los dos federales, distintos pero complementarios. Se enclavaría, además, dentro de lo que podría denominarse como un expediente x clásico, con final y abierto cerrado, con un caso de por medio y con elementos de la denominada mitología.

Clyde Bruckman’s Final Repose (3x04): este episodio, junto con Home (4x02) o Chinga (5x10), son de los más terroríficos de toda la serie. En el segundo intervino en el guión Stephen King y cada vez que lo veo y oigo a la dichosa muñequita decir “Quiero jugar”, se me pone la carne de gallina porque si hay algo que me da pavor son las muñecas de porcelana. Home está basado en La matanza de Texas y, lo mismo pasa, ya de ver la casa de esa en apariencia idílica granjita es que dan ganas de echar a correr. Bruckman es este entrañable señor que vaticina que Scully nunca morirá, algo que se nos vuelve a revelar en Tithonus (6x10) en el que aparece ese fotógrafo obsesionado con la muerte que nos recuerda a El fotógrafo del pánico (Michael Powell, 1960) o más de refilón a Blow up (Antonioni, 1966).

Memento Mori (4x15): este episodio le valió a Gillian Anderson un premio Emmy, pues es una magnífica actriz, y está en conexión con los episodios que clausuran la temporada 4 y dan comienzo a la 5, es decir, Gethsemane, Redux I y II, que son mis favoritos de la mitología junto con los que clausuran e inauguran las temporadas 2 y 3, Anasazi, The Blessin Way y Papel Clip. En Memento se confirma el cáncer de Scully y se intensifica la culpa de Mulder por ver hasta dónde llegan las consecuencias por la búsqueda incesante de la verdad. También son los que confirman ese Amor con mayúsculas de Mulder y Scully. Uno de los momentos cumbre de la serie es cuando Mulder va a visitar a Scully al hospital. Ella está dormida y él llora junto a ella. De nuevo se encuentra en un dilema; el Fumador le ha ofrecido unirse a su grupo y así salvarse. Lo ha tentado enseñándole a su hermana, cuya búsqueda es la obesión de su vida. Incluso habla con ella, que le dice que el Fumador es un hombre bueno y es el padre que ella ha conocido toda su vida. Pero Mulder vuelve a la mañana siguiente con la decisión tomada que revela a Scully. Él siempre la escoge a ella, lo que significa la Verdad y la honestidad, el camino adecuado, aunque eso le suponga el no saber. Esa mirada que se echan los dos… una sonrisa emocionada, es irrepetible. Saben que pueden encarcelar a Mulder y como ella está en el lecho de muerte, a punto de morir, son conscientes de que puede ser la última vez que se vean. Y esas manos enlazadas que se resisten a separarse…

El personaje de El Fumador es uno de mis favoritos. En Musings of a Cigarrette-Smoking Man (4x07) sabemos que no sólo está en el meollo de las conspiraciones alienígenas sino también en las políticas, como la muerte de Kennedy o de Martin Luther King. El que además sea el padre biológico de Mulder, como el Darth Vader de La Guerra de las Galaxias, también da emoción a la serie. La frase que más lo caracteriza es aquella en la que dice: “Puedes matar a un hombre, pero no puedes matar la idea que defiende. No sin antes doblegar su espíritu. Eso es algo hermoso de ver”. También es la excusa que le permite mantener vivo a Mulder.

Post-modern Prometheus (5x06): este capítulo debe mucho a la película El Hombre Elefante de David Lynch (1980) y, por supuesto, al Frankenstein de Mary Shelley. Igualmente Twin Peaks, la serie de Lynch (1990-91) también es un referente de Expediente X. La postmodernidad siempre está presente: la mezcla de diferentes niveles de cultura, de géneros, la deconstrucción, las citas, la duda que implica las diversas lecturas de la verdad. Otro episodio que siempre veo enclavado en este apartado es el de Humbug (2x20), el de aquel circo poblado de seres de lo más extraños, como el personaje de Enigma. Es muy ¨Wunderkammer¨, además. Este Prometeo Postmoderno también se enclava dentro de esa serie de episodios divertidos, distendidos, en los que hay autoparodias, como Jose Chung´s “From Outer Space", Small Potatoes, Bad Blood… En muchos de ellos aparecen los divertidos Tiradores Solitarios que son unos freakis absolutos. Tengamos en cuenta que Expediente X surge a la par de la difusión de internet por lo que no es de extrañar que los personajes de estos informáticos locos y paranoicos sean el espejo en el que se miran muchos de los seguidores típicos de la serie.

Y, en fin, como es mi serie favorita y la sigo tanto tiempo podría decir miles de cosas más. Yo recomiedo también leer toda la literatura del ámbito del fanfiction que circula por la red, con muy buenos autores que han venido a completar muchos vacíos sin explicar que dejaba la serie. De entre ellos destacaría a Syntax6, Dasha K., Prufock´s Love, Punk Maneuverability, Jill Selby, Shalimar, Tesla, Brandon Ray o Mish. Incluso en la temporada 8 se hizo un episodio que homenajeaba a estos autores, en concreto a Leyla Harrison, que murió muy joven.

Esta entrada da para mucho. Por lo tanto continuará.

martes, 25 de noviembre de 2008

Encadenada







El cansancio es tal que cuesta dar un paso. “Uno, dos, uno, dos, arrástrate como la serpiente que eres, izquierda, derecha, izquierda, derecha”. La gente camina rápido a tu alrededor, el ruido del tráfico acompaña al martilleo que hay dentro de tu cabeza. Cuánto cuesta mantener el equilibrio, ya ni siquiera tienes el mínimo control de tu vida. Se escapa, como un torbellino, cuando ya es demasiado tarde para hacer nada…

Él está sentado en el banco leyendo el periódico, esperando información, que es lo único que le importa… es incapaz de mirarte a los ojos. Te disculpas por la tardanza. Aunque sólo necesita saber si tienes novedad, tú también le preguntas cómo le va. Te cree de luna de miel, con resaca, en su mirada hay ¿odio, indiferencia? Para él no significas nada eres sólo parte de un trabajo más.

La cabeza se te va, la luz te molesta… Recuerda, no puedes dormirte, necesitas tener los ojos bien abiertos, bien abiertos… Es mi único fin ahora, si antes no acaba todo… y en realidad ya que más me da…

Le devuelves el pañuelo, el de aquella noche en que lo conociste, el que quedó atado a tu cintura. Y, en realidad, para qué, si siempre seguirás estando encadenada. Te mira con sorpresa, segundos de tensión ¿desvela ahora algo esa mirada? ¿Sigue habiendo frialdad, recelo o todavía queda algo de aquella calidez, la llama de un recuerdo? ¿El cinismo y la indiferencia es a causa de los celos, de la traición? No, no… No puede haber nada pues nada mereces.

Tengo que levantarme… Adiós, qué quieres decir con adiós…. Nada, sólo adiós… De pie, un mareo… Siéntate, estás todavía cansada… No, no quiero…. ¿Adónde vas? De vuelta, a “casa”…


Alfred Hitchcock, Notorius, 1946.